Como podéis imaginar hay muchas cosas que me interesan, apasionan y cautivan de la Eskrima. Quizás una de las más importantes es que no hay una forma impuesta de creencias. En la concepción de un sistema de armas inspirado en la batalla, donde la vida y la muerte se entrelazan, cada individuo debería profesar un tipo de espiritualidad o religiosidad muy personal.
Se conocen a lo largo de la historia Eskrimadores con las más diversas creencias, aunque por influencia de los españoles que vivieron en aquellas tierras la religión que quizás más han abrazado estos guerreros ha sido tradicionalmente el Catolicismo, si bien es cierto que con unas características un tanto especiales debido a que hay todo un submundo de supersticiones muy arraigados en la cultura y vida cotidiana de los Filipinos.
De esta manera y sin más pretensión que divulgar un poco las ideas que inundan mi mente cada vez que pretendo meditar, quiero compartir una imagen donde de forma simple podemos entrever algunos consejos interesantes que provienen de la tradición Japonesa, el Zen. La última de todas las propuestas, la 12, es quizás una de mis preferidas: vivir una vida simple (que como en la Eskrima, no quiere decir que sea fácil).
Buenas máximas Zen vaya como los samuráis. Banzaiiii