No ser golpeado. Esta es la mentalidad con la que hay que trabajar en la Eskrima. Hablando de armas, reales, la idea del filo y cómo no ser golpeados se plantea como la opción más inteligente. No cabe duda: es un paradigma utópico, pero esto no quita que sea una gran idea a poner en práctica.
Hace años cuando comencé a entrenar con espadas y la idea del filo como maestro del movimiento, me llevé una cuantas sorpresas ( como de costumbre ). Al estar acostumbrado a entrenar con palos, por dejadez o inconsciencia, dejaba expuesto demasiados flancos durante las sesiones de entreno, claro está, no sabía qué pasaba y cómo es que pensando que ya estaba seguro tras haber realizado un ataque , mi maestro Ramón llegaba con una facilidad espasmosa contrándome y a atacandome en ángulos que se me antojaban imposibles de defender…al principio la justificación que encontraba y lo que pasaba por mi cabeza era que, pertenecía a la lógica dado el nivel que tiene Maestro Ramón, pero poco a poco y tras empezar a entender lo que me repetía una y otra vez «don´t get hit»: la respuesta que desarrollaba antes, durante e incluso tras el ataque, empezó a modificar la sensación de seguridad, respuesta y «defensa» propios y necesarios para ser más funcional y eficiente…
Cuando hablas de armas de filo queda claro que hablas de un tema serio, si has trabajado con armas reales, te das cuenta que tu actitud mental se transforma desde el momento que empiezas a moverte y si encimas tienes que ejecutar una serie «compleja» de movimientos, la seguridad o la falta de seguridad será la que conduzca principalmente la experiencia. Trabajar con armas «reales» transforma la perspectiva, porque incluso el sonido del metal chocando hace que tu mentalidad cambie radicalmente.
Si haces Sparring controlado y observas qué ocurre, evidentemente de lo primero que te das cuenta es de que recibirás golpes, lo que marcará la diferencia será precisamente la toma de conciencia de que una cosa es ser alcanzado por iniciativa del adversario y otra muy diferente haber sido alcanzado por una falta de conciencia propia con respecto al movimiento y sus consecuencias.
Si luchas y eres alcanzado por un puño o más allá: si eres alcanzado por un palo (stickfighting), medianamente y con entrenamiento, más la suma de la adrenalina acuñada en el momento, hará que las consecuencias sean medianamente superables. Sin embargo y con la idea una vez más del filo o la punta del arma, si en las mismas circunstancias fueses alcanzado por una espada o un cuchillo, las consecuencias sin lugar a dudas tendrían un cariz un tanto más trágico. Es casi imposible no ser alcanzado, estamos de acuerdo, hay dos personas en movimiento y con intención de llegar a su adversario, ésta es una combinación claramente eficiente en el objetivo final…sin embargo y si a pesar de los pesares, nuestro entreno va dirigido a evitar ser golpeados, así y solo así, las probabilidades irán poco a poco inclinándose hacia nuestro lado…no hace falta recordar muchas veces la máxima de que » tal y como entrenes, tal así lucharás».
La transformación es sustancial, si entras en la lucha y tienes consciencia de, por ejemplo, proteger tu cabeza ( que en términos absolutos es imprescindible y es precisamente de las cosas que encuentro más se olvidan en los entrenos o luchas de stickfighting ), serás mucho más eficiente y te llevarás menos sorpresas desagradables si algún día por desgracia tienes que poner a prueba tu destreza. Evidentemente hay que trabajar con protecciones ( aunque sean mínimas)…la historia es cuan confiado nos encontramos por esa protección extra y cuanto afecta a nuestra realidad.
Analizando la Eskrima más antigua y en consecuencia la más eficiente, podríamos observar como gran parte del «sistema» se fundamenta en varios factores fácilmente reconocibles: primero en la distancia larga (la más segura), los desplazamientos (para mantener una distancia adecuada – evitar del alcanzado), el posicionamiento ( que en muchos casos definirá a la escuela, el estilo o al mismo peleador) y la economía de movimiento ( desde la distancia larga no tengo que moverme demasiado, solo lo justo para mantener una distancia adecuada).
Al final y detrás de todo esto podremos identificar una necesidad imperiosa de no ser alcanzados por el filo / punta de nuestro adversario ya que evidentemente puede suponer el fin no solo de la lucha sino de nuestra vida. Esta perspectiva sinceramente pienso que se ha ido perdiendo con el tiempo en detrimento de una visión más sesgada, inclinándose hacia un versión más deportiva, e identifico que no ser golpeados es una de las bases sobre las que se fundamenta la Eskrima de la vieja escuela; con esta idea, con esta mentalidad, la eficacia no se verá jamás prostituida, hablamos de un arte de combate, no de un deporte, con todas su consecuencias.
Añadir, implementar e inculcar esta idea en nuestros entrenamientos supondrá un salto de nivel cualitativo que sin duda puede mejorarnos como Eskrimadores. Tener conciencia de que evidentemente seremos alcanzados, asumir el riesgo desde esa conciencia, pero teniendo claro que tendremos que evitarlo en la medida total de nuestras posibilidades, hará que la Eskrima que practicas, sea del estilo que sea, sea fiel a su fin último y primero…luchar por tu vida.
Analizar el movimiento en su totalidad, de todo y cada uno de los factores implicados en un enfrentamiento, es una definición emparentada con la ciencia de la lucha: hacerlo no es cuestión de añadir, sino de simplificar y minimizar…con el tiempo y poco a poco entendemos que la Eskrima es precisamente un arte del detalle mínimo sobre el que no hay que construir, sino deconstruir…un detalle puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, si tenemos esto presente en cada entreno, si no perdemos de vista el origen y la idea del trabajo con armas de filo, dará igual qué practique, incluidas las manos vacías porque la mentalidad de los ancestros estará presente y viva en nuestro movimiento…así desarrollarás el arte de no ser golpeado.
Dijo Newton con respecto al movimiento: «La verdad siempre se halla en la simplicidad y no en la multiplicidad y confusión de las cosas».
Cuanta razón tienes maestro, lo digo acariciándo una mano dolorida por no hacer las cosas bien, menos mal que era con palo y palo protegido, si llega a ser filo no la cuento….Me toca aprender.
Cuanta Razón Jose, por eso desde que vi y probe en USA. Los Sparrings con protecciones, no me terminaban de convencer, los veo útiles para ganar velocidad, resistencia etc… pero siempre pensaba que se atacaba a saco. Mucha agresividad en ataque y poco o nada de defensa, un a ver quien da primero. Por eso siempre pense hay amigos sin esas protecciones tan útiles os lo pensariais dos o tres veces antes de atacar a lo loco. DON´T GET HIT. SIEMPRE.