Drilling reallistic; violencia, eskrima & defensa personal.

Muchos de los mal llamados «estilos» de Eskrima o «sistemas» de Autodefensa no funcionan en una situación real.

Educación.

La mayoría de estos estilos (tanto de Eskrima como de otras artes marciales) no proporcionan ningún tipo de educación o comprensión de lo que es la violencia real o cómo prevenirla, y un gran número de ellos, utiliza métodos de capacitación que no tienen nada que ver con las habilidades necesarias y fundamentales para hacer frente a una agresión real.

Debido a éstos «métodos de entrenamiento poco realistas», que abundan en estas artes marciales, se utilizan técnicas que nunca funcionarán contra un oponente que no coopere totalmente.

La mayoría de los estilos carecen de tipos de entrenamientos realistas con y contra situaciones reales «modernas», pero que en realidad llevan repitiéndose desde siempre: «agresiones armadas y/o en grupo y de manera sorpresiva».

Debes entender y entrenar la actualidad o estarás «peligrosamente» obsoleto.

Ignorar la violencia y la prevención.

Hoy en día es casi imposible encontrar un arte marcial o a un instructor honrado que mencione el por qué, dónde, cómo y a quién le sucede la violencia.

Más raro aun es encontrar a instructores que sepan de qué va la «realidad» y que tengan, si no experiencia, la suficiente honradez para asumir sus limitaciones a este respecto.

El concepto de prevención debería ser el primer paso, la punta de lanza, en cualquier sistema de entrenamiento funcional dentro de las artes marciales.

  • Las estrategias de prevención deben ser de lo primero que explicar al neófito y lo primero en recordar al «experto». 
  • Ya sea que se trate de una autodefensa individual «callejera», de una situación de violencia doméstica o de una guerra, todos necesitamos comprender a qué y a quien nos enfrentamos para poder aprender a defendernos de manera efectiva. La información es poder. Hay que estudiar «el conflicto».

Entrenamiento ineficaz.

Muy pocas artes marciales o estilos de Eskrima y/o de defensa personal brindan métodos de entrenamiento integrales, funcionales y de calidad, básicamente porque han perdido de vista sus bases y su dirección (la supervivencia).

Llegamos así a la conclusión de que muy pocos se basan en los aspectos combativos fundamentales y reales (no deportivos) del arte.

En muchas escuelas, el «método de entrenamiento principal» sigue replicando las arcaicas formas creadas para extender rápidamente los estilos y los egos no madurados de sus «maestros». No es nada nuevo.

Formas individuales y preestablecidas que se realizan en el aire (sin entender el porqué del movimiento), técnicas complicadas con colaboración exagerada del compañero, rituales fantasiosos que los alejan de la realidad…

A parte de aprender formas y series técnicas (que cubren medianamente las necesidades básicas de aprendizaje), los estudiantes deben pasar , sin remedio ni nada que lo pueda sustituir, mucho tiempo golpeando y siendo golpeados, en definitiva; deben pasar la mayor parte del tiempo  luchando con otros seres humanos de forma activa (aunque controlada).

Para trabajar en la dirección adecuada, nuestro entrenamiento debe ser contra oponentes no cooperativos, que se resistan a nuestros propósitos de diferentes formas y con diferentes intensidades.

¿Cooperando?

Hablando de entrenamiento cooperativo, no importa cuán difícil sea el show a realizar, es importante asumir más pronto que tarde que este tipo de pantomima no nos prepara para el caos relativo a un ataque real

Muchos métodos de entrenamiento que se ven espectaculares, en donde sólo uno ejecuta al 90% de los movimientos mientras el otro espera / coopera, pueden parecer efectivos, son de hecho muy atractivos visualmente (incluso estéticamente) ya que hay mucho movimiento complejo y acción trepidanteson inútiles en el mejor de los casos y contraproducentes en el peor de ellos.

Como se dice vulgarmente: mucho ruido y pocas nueces.

Por desgracia es muy común ver esto en las mal llamadas «Artes Marciales Filipinas» en las que, de forma general, se ha degenerado en multitud de «juegos de armas – palos y cuchillos», «colecciones obsoletas de drills sin sentido», o cantidad de golpes «espectaculares» mientras el oponente espera y coopera pacientemente.

Técnicas aisladas.

Hay una forma muy simple de reconocer si lo que estamos entrenando va en la dirección adecuada:

Cuando una técnica se aísla en el entrenamiento (y empezamos a teorizar, inventamos drills, métodos funcionales, e historias varias), los practicantes deberían poder hacer la misma técnica a toda velocidad y potencia, con resistencia del oponente y bajo estrés.

De lo contrario, tu entrenamiento te está creando malos hábitos y lo peor de todo es que esto puede acarrearte un soberano disgusto.

Desafortunadamente, este es el «procedimiento operativo estándar» en la mayoría de las escuelas de artes marciales hoy en día. Los motivos son varios, a mi entender ninguno es lícito.

Sin énfasis en la estrategia.

Incluso con un buen entrenamiento y con un buen arsenal técnico, la estrategia combativa resultará esencial.

La mayoría de las escuelas de artes marciales no promueven ni consideran diversas estrategias para la defensa personal y si lo hacen, en un porcentaje demasiado elevado, lo hacen de oídas (no tienen experiencia real).

Debido a que la mayoría del entrenamiento actual en artes marciales y en Eskrima por extensión sigue un currículo estructurado (por conveniencias mercantiles más que didácticas) y estilizado al máximo, parece no haber espacio para diferencias estratégicas y/o «combate de alta intensidad«.

Falta de uso de armas.

Ya lo hemos hablado en otras ocasiones en mi blog. En estos días, es muy probable que el atacante tenga un arma (y si no la tiene, nosotros debemos mantener esa actitud todo el rato).

De ahí la importancia de rescatar un buen entrenamiento de Eskrima.

La gran mayoría de las escuelas de artes marciales no entrenan una defensa realista contra armas, esto teniendo en cuenta que se hayan planteado tarde y mal (para subirse al tren de «la moda armas total») el uso de éstas de alguna manera.

Lo peor de todo es que muchos de estos estilos «IKEA STYLE» te hacen creer, de forma muy canalla, que contra un arma y tú con manos vacías, serás capaz de ganar la batalla. Bueno, siento repetirlo una vez más (no me cansaré), te están engañando vilmente, es básicamente y estadísticamente casi imposible y puede costarte la vida.

Hay demasiada mentira  y basura enquistada en este mundillo como para alzar la voz y denunciar a voz alzada los estilos que más daño están haciendo hoy en día, desde mi posición, siendo crítico al respecto, me atrevo a afirmar que algunos (muchos) estilos de los erróneamente llamados «artes marciales filipinas» tienen gran culpa de ello.

Para ir terminando y reafirmando en lo que ya he dicho muchas veces, un entrenamiento de armas de calidad debería ser parte indispensable de cada sistema de defensa personal que se respete a sí mismo.

Si buscas realidad pon en tu horizonte el combate, la resistencia y el dolor.

Gracias.


Jose Díaz Jiménez

Jose

Expect the unexpected...

5 comentarios

  1. Haciendo una comparativa (de mano vacía), los sistemas más eficaces por norma general son los deportivos, lo cual es un sinsentido.
    El deporte (por muy duro que sea) no debería ser más eficaz y eficiente que los sistemas marciales,pero eso así…

    «Si buscas realidad pon en tu horizonte el combate, la resistencia y el dolor.» Amén

    Gracias José!!!

    • Es cierto que los estilos que se centran generalmente en lo deportivo son más eficaces (teniendo en cuenta el margen de sus reglas y especifidades) porque parte de su entreno se centra en los aspectos combativos (reglados). Es un sin sentido porque se pierde el horizonte de la realidad que supuestamente deberían rescatar o perdurar en sistemas marciales.

      El desaliño es magnífico y absurdo, pero como bien dices, es así, no es nada nuevo y tiene pinta de que va a continuar así.

      Pasa por ejemplo con las MMA, sin duda son muy efectivas, trabajan distancias y mínimas protecciones… pero ¿realmente son válidas al 100% en la calle?, Sin duda lo son mucho más que otros sistemas deportivos, pero aun así nunca será suficiente. Pasa también con el BJJ, estilo que respeto mucho, pero para la calle, en fin. Luego ruedas con un arma escondida y cuando haces lo que tienes que hacer todo son sorpresas y malos ratos.

      «A todos nos gustaría» hacer fantasías y «postureo» de película, luego llega la realidad y te escupe en la cara.

      Dice el pensador Antonio Escohotado:

      «La fuerza de voluntad es esclava del deseo; sólo la inteligencia puede llevarte a hacer lo que debes y no lo que te apetece.»

      Muchas gracias a tí siempre Oscar!

      Jose

  2. «La fuerza de voluntad es esclava del deseo; sólo la inteligencia puede llevarte a hacer lo que debes y no lo que te apetece.»

    Qué grande Escohotado!!!

  3. A mi lo que me gusta del JJB son algunas reducciones y controles suaves para, por ejemplo, el abuelo que se pone pesado en un cumple de 15. Todo lo que me han mostrado en eskrima está enfocado para romper y matar… no puedo hacerle eso al abuelo, pobre abuelo; pero no pensaría en esas reducciones a un tipo con cuchillo. Me gustaría escribirte un correo electrónico privado, sino te molesta, y saber tu opinión acerca de una investigación que he estado realizando y algunos problemas que tuve en la calle. Tu opinión me ayudaría. Saludos.

    • Miguel, cuando quieras escribe un correo, por mi genial, es un honor que te tomes la molestia. Contesto nada más pueda. Gracias de nuevo.

      Jose.

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