Educando en la Eskrima.

En esta entrada me posiciono una vez más del lado de la simplicidad a la hora de mostrar el arte de la Eskrima. El dato exacto, el «secreto» está en volver una y otra vez a la práctica.

Hace nada, mientras leía el blog más que recomendado de Seth Godin, encontré una pequeña referencia sobre algo que me parece aplicable al aprendizaje de cualquier tipo de habilidad.

En este caso me centraré en lo que me gusta llamar «Educar en Eskrima» ya que me parece de especial relevancia.

Reflexiones en movimiento.

Hacia una reflexión sobre esto que suele decir la gente de «es como montar en bicicleta» queriendo dejar claro así que las cosas no se olvidan tan fácilmente.

Lo que no parece tan evidente, o lo que pocos menciona es el hecho de cómo aprendemos a montar en bicicleta. Que yo sepa nadie ha aprendido jamás mirando vídeos de youtube ni leyendo libros instruccionales. La manera en la que aprendes a montar en bicicleta es practicando. Repetir el proceso hasta lograrlo.

Y no sólo practicando, sino cayéndote un ciento de veces, levantándote y volviendo a moverte. El dolor está implícito en la práctica.

Este proceso suele darse cuando aun somos niños. La inocencia del descubrimiento y la capacidad de asombrarnos aun están presente.

Experiencia.

En definitiva la experiencia es lo único que fijará el conocimiento. El cometer errores será parte de nuestro aprendizaje. Si no te equivocas poco vas a avanzar. Lo decía Goethe: «El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada«.

Me asombra ver como algo tan serio, el trabajo de armas, se banaliza más allá de la experiencia física en primera persona y se lleva a los terrenos del absurdo y de la imaginación febril.

Tal cual, recordemos: «Eskrima es un proceso doloroso basado en la repetición, en la constancia y en la experiencia combativa».

El empresario y filósofo Seth Godin.

Detalles.

«Nadie nace enseñado» se dice por mi tierra. Los fallos que cometemos no son más que las herramientas de un futuro próximo. Con armas, y desde la visión de la Eskrima, los detalles, esos que ajustaremos y calibraremos poco a poco desde el sparring, son la clave en la que se asienta el arte. 

Lo he repetido y lo repetiré muchas más veces en este blog: La manera tradicional de aprender Eskrima es de uno a uno. Igual que aprendes con la bicicleta, es una relación de experiencia en primera persona. Y tiene todo el sentido del mundo.

Tu maestro fuerza la máquina, «te pone en peligro« y desde la dinámica del movimiento vas mejorando esos pequeños detalles que a simple vista pueden pasar desapercibidos. Ahí está la importancia de este método.

Si no te equivocas. Si no te desequilibras para de nuevo encontrar el equilibrio. Si no vuelves a la práctica una vez más desde la simplicidad, ¿cómo podrás aprender?

Vídeos, libros…

Los vídeos están bien, los libros están genial, son herramientas que pueden implementar el conocimiento del arte. Pero hay que tener algo muy presente: antes de volar hay que tener los pies muy bien plantados en el suelo.

Tal y como veo el proceso, una vez conoces las bases, un «instruccional» puede abrir algunas puertas, inspirar algunos entrenamientos y ayudar en algunos procesos. En estos aspectos será muy postivo buscar información.

Aun así, por encima de esto, hay que tener claro que nada sustituye la práctica personal (e intransferible). Decía Mark Twain viniendo a resumir esto que expongo:

«La educación consiste principalmente en lo que hemos desaprendido».

El gran Mark Twain

José Díaz Jiménez

Jose

Expect the unexpected...

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