Eskrima Kurbada como estrategia.

En Eskrima más que de estilos me gusta hablar de estrategia o de táctica combativa. Pensar en estilos condiciona lo que en realidad queremos transmitir.

Eskrima táctica.

No creo que los antiguos Maestros pensaran en estos términos. Dependiendo de las características y preferencias del Eskrimador, la estrategia se decantarán más o menos hacia una forma determinada de entender el movimiento.

Una de las cosas que más me han llamado siempre la atención del arte, es que más allá de condicionamientos históricos y/o geográficos, ésta conserva conceptos específicos y unitarios en su esencia, a la misma vez que se ha dejado influir por otras artes, adoptando en ocasiones caminos en apariencia opuestos. Los estilos «modernos» considero que vienen marcados por estas influencias dispares.

Kurbada es una de las estrategias que más me ha impresionado en Eskrima. Hablar de especialización creo que no sería justo dentro de lo que entiendo por Eskrima. Kurbada surge históricamente en el seno de Cacoy Doce Pares, nace como una «estrategia necesaria» para contrar la otra gran tendencia de aquellos tiempos, el «Corto Lineal» representado por GM Anciong Bacon y su Balintawak Eskrima.

Para mi, ambas estrategias forman parte de un todo (concepto unitario del arte) y vienen de una misma fuente: «Corto Orihinal», mucho más tradicional.

La distancia corta actual dentro de la Eskrima no es más que una adaptación del «antiguo» trabajo de Espada y Daga, en la que el uso evidente de la daga en la mano Izquierda abre la puerta a muchas posibilidades de control y estrategias.

Si hay algo que destacar dentro de Kurbada es la versatilidad impuesta en el cambio de ángulos y la búsqueda de la ruptura de la frontalidad en el ataque, la variabilidad de posicionamiento con respecto a la mecánica corporal logrando acceder a huecos precisos donde aplicar / provocar palancas, y la constante necesidad de uso de la mano no armada como herramienta «independiente», fundamental para su puesta en acción.

El nombre viene dictado por la trayectoria que describe la punta del arma en movimiento. Dentro de la línea curva está implícita la trayectoria lineal, por lo cual la limitación vendrá tan sólo impuesta por las preferencias del Eskrimador.

Una de las características de esta estrategia es que da lugar a poder golpear en ángulos variables que el adversario no suele esperar (por ejemplo: estando de frente llegar a su espalda con el arma). El fundamento básico es el control físico y mental de nuestro adversario a través de anular sus reacciones por imposición estratégica.

Otro camino que surgió a partir del estudio estricto de la linea curva es el arte del Eskrido, estrategia de la que ya hemos hablado con anterioridad en el Blog.

Sin el uso efectivo de la mano no armada no hay Eskrima, no hay Kurbada, no hay Eskrido y en definitiva no hay distancia corta. Un buen acondicionamiento de estructuras físicas del tren superior, muñecas y antebrazos es importante.

En resumen: Corto Kurbada es una estrategia centrada en la versatilidad y en la contra que trabaja sobre aspectos tan finos como el uso del arma en todos sus ángulos y posiciones. La idea de control sobre el adversario será la punta de lanza con respecto al trabajo que nos ofrece esta distancia.

El concepto de energía que se trabaja camina en la dirección de lo suave, la tensión excesiva frenará la fluidez y con ella la estructura funcional del sistema ofensivo. Prevalecerá, como ya hemos señalado anteriormente en el Blog, el control sobre  el agarre.


José Díaz Jiménez

Jose

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