Llevo practicando Eskrima varías décadas. Durante ese tiempo he podido enseñar y entrenar a todo tipo de personas. Desde gente de negocios, estudiantes universitarios, personal militar, artistas marciales de diversa índole, hasta atletas…
Eskrima atrae a personas de todos los ámbitos. Hay una cosa que es constante en todo y cada uno de ellos:
A muy pocas personas les gusta entrenar «de verdad».
Entrenar de verdad
En Eskrima «entrenar de verdad» es hacer mucho Sparring. Ahí se asienta el Arte de la Eskrima. Si no lo vas a entrenar, te estás perdiendo la esencia de la Eskrima: el «combate».
Las horas que pases haciendo drills sin sentido, técnicas en las que colabore tu compañero, incluso golpeando a las ruedas o haciendo amara (sombra), son meras herramientas que ayudan pero que no te harán de por sí un mejor luchador.
Entiendo que someterse a sesiones de entreno con armas en los que hay golpes y más golpes puede ser un inconveniente para la mayoría de las personas.
Sí, por supuesto, a pocos les gusta. Pero bienvenidos a la realidad, esto es lo que va a ocurrirte (y mucho más) en un enfrentamiento real, maximizado por mil.
Sparring, aprendiendo.
Sparring en Eskrima es aprender a crear una relación con tu oponente. Es el momento de ver cómo eliges expresar tu «estilo» de Eskrima.
No quiero crear confusión. Eskrima tiene unas bases muy bien establecidas. Pero nada ni nadie va a luchar por ti en un momento decisivo. Eres tú en relación a la lucha y tu capacidad de gestionar la situación la que marcará la diferencia.
Mucha gente teme el contacto y esto es perfectamente normal y comprensible. No creo que haya muchas personas a las que les entusiasma la idea de llevarse porrazos con un arma en todo el cuerpo.
Yo no soy una excepción, cuando entreno con mis Maestros asumo que voy a ser golpeado, a veces con dureza, eso no quiere decir que me apasione.
Poco a poco.
Sparring en Eskrima debe tomarse gradualmente y coincidir con su nivel de experiencia. Si bien es cierto que entrenar con un compañero y entrenar con un profesor es diferente en muchos planos, la dirección debe ser siempre la de progresar en intensidad.
A continuación algunos consejos que te ayudarán a aclimatarte gradualmente al combate.
1. Mantente tranquilo y relajado.
Aunque puedas sentirse abrumado por no saber cómo manejar la situación, mantén la calma y respira. Relájate. Será fundamental a la hora de gestionar una situación real.
Reaccionar o moverse espasmódicamente es la manera más fácil de que ocurra un accidente, de frenarte y no avanzar.
Suele ocurrirme como profesor (también en mis tiempos de alumno) que cuando dejas trabajar a alguien (por pura lógica, no hay nada que demostrar) se viene arriba y su ego se expresa sin límites. Te intentan golpear sin control.
Más tarde y cuando esto se les vuelve en contra, aluden a los «nervios» implicados en la situación.
- «Tú procura que no sea yo el que se ponga nervioso», suele ser mi respuesta.
Recuerda que si golpeas a alguien con fuerza, ese alguien puede devolverte el golpe con la misma o con mayor fuerza. Se cree lógicamente con esa legitimidad ya que tú lo hiciste primero.
Da igual el motivo inicial. Esto es muy, pero que muy común, en las artes de contacto.
Mantener la calma te ayudará a conservar esa energía y ser más fluido en tus movimientos. Y por consiguiente a evitar situaciones no deseadas.
2. Simple.
Hay una gran cita que leía hace tiempo (no recuerdo donde):
«La única diferencia entre la población general y la élite es que la élite es mejor haciendo lo básico«.
Cuando practiques Eskrima, utiliza tus «armas» más básicas. En principio no inventes, limítate a tus bases, a lo más simple.
Si observas detenidamente todo tipo de deportes combativos, las «técnicas» más simples constituyen el grueso del conflicto.
Es raro, por ejemplo, que en una pelea de MMA veas patadas giratorias, codos voladores, finalizaciones super complicadas… ocurren, por supuesto (a un nivel muy avanzado) y esto hace grande a la lucha, pero no es lo mas habitual, ni lo más seguro.
Ni hablar de un enfrentamiento real.
Cumplir con los principios básicos aumentará tu habilidad y también mantendrá tu cabeza libre de confusión.
Una vez que hayas aprendido y aplicado los conceptos básicos, puedes comenzar a practicar todas las cosas locas y divertidas que se te ocurran, es entonces cuando la magia empieza a ocurrir.
3. Divide y vencerás.
En Eskrima dividir tus sesiones de Sparring es una excelente manera de enfocarte en algún aspecto particular.
Es bueno para los estudiantes ya que hay menos variables de las que preocuparse y es genial para el profesor porque le permite afinar un conjunto específico de habilidades en el que pueden necesitarse mejoras.
Disecciona el sparring si así lo necesitas, pero haz combate siempre que puedas.
Puedes utilizar diversas intensidades, diversos tipos de armas, más o menos protecciones… pero muévete fuera de la zona de confort, experimenta el caos…
En otra entrada desarrollé el concepto de «Sparring específico«. Es justo de lo que estoy hablando ahora.
4. Round Robin.
Este es un concepto conocido de otros campos, donde cada persona toma una parte de un algo compartido en cantidades, es decir, «toma turnos».
Es un buen método para los estudiantes. En este ejercicio aplicado a la Eskrima, se simula una «pelea» dejando a una o varias personas en el medio y alimentándola con un nuevo oponente en cada ronda o en incrementos cronometrados a lo largo de la ronda.
Encendemos el modo «batalla» impregnado en nuestro ADN.
Ten en cuenta que este ejercicio puede ser agotador y poner mucho estrés en la persona que está en medio. De eso se trata.
Una vez asumido, esta es una gran manera de acostumbrarse a un entorno de «alto ritmo y estrés« que encontrarás en la calle.
5. Tener un objetivo.
Importante entender que en nuestra Eskrima el «Sparring» no va de ganar o perder. Si este es tu objetivo estás muy equivocado.
Cuando se hace «combate», especialmente como principiante, siempre es bueno tener un objetivo en mente. Mejorar algún aspecto de tu arsenal, sea cual sea tu nivel.
Tener una meta es una gran manera de aumentar tu nivel de habilidad. Durante tu sesión de Sparring en Eskrima no tengas miedo a intentar cosas, a ponerte en situaciones de desventaja y empezar desde ahí… Se aprende desde el error, la continuación y la liberación del ego. Es ahora cuando puedes trabajar todo esto.
En definitiva, Sparring te mantiene enfocado y te ayuda a eliminar parte del estrés de lidiar con un oponente que se mueve (está vivo) y te «contra» con la intención, totalmente lícita, de querer golpearte.