Eskrima es una herramienta poderosa que va afilando nuestro carácter.
Hacerte mayor a la vez que el arte se expande por tu interior es una experiencia que sólo se puede alcanzar haciendo acopio de una constancia tenaz.
Si algo me ha enseñado Eskrima es a fijarme en los pequeños detalles. Ahora entiendo que es desde ahí que puedo construir relatos fundamentales que ejemplifiquen el Arte de la Eskrima más «tradicional«.

Año nuevo.
Empieza un año nuevo y me encuentro, más que nunca, con que, siendo realistas, el deterioro de la Eskrima sigue un curso claramente desalentador.
Hace unos pocos años toda esta farándula me sacaba de quicio, la «cabreína» hacía acto de presencia en mis artículos. Hoy me hace reír (a veces de pena).
Me asomo a este fin de década con mucha curiosidad. Mi compromiso personal con el arte de la Eskrima se acentúa con el paso de los años. Es una mezcla de agotamiento y entendimiento. Me intriga saber qué será de nuestro arte en los tiempos que se avecinan.
Mi legado cierra filas acercándose a mi ideal de lo que debe ser la autodefensa. Se ha privatizado mi versión educativa, enseñar es tiempo y cada vez doy más valor a éste (ya que nunca sobra).

Los años vividos, las experiencias, las batallas pasadas y presentes… hacen que uno entienda que no todo está hecho para todos, pero que definitivamente todos pueden aprender y nutrirse de uno y viceversa.
Los años tienden a radicalizarme, me vuelven ordenado e intransiguente.
Cada vez me importa menos lo que digan de mi, cuido mucho más lo que digo yo de otros. Es imprescindible no gastar energía innecesariamente.
Los surcos de las huellas dejadas en tierras pantanosas por pasos firmes, garantes encriptados en mi fightlosofía, se hacen profundos y van dejando una senda de estudio para los que quieran transitar por él.
El compromiso con «la realidad» es la única bandera posible en ésta «mi república independiente» llamada Orihinal Eskrima.
La verdad está en desuso.
Lo interesante de la historia es que se repite irremediablemente, así lo pensaban los griegos, así lo demuestran lo hechos y ESKRIMA no va a ser menos.
No es algo nuevo que un Arte se diluya poco a poco, casi sin dejar huella, debido a la mala praxis de pseudo maestros eskrimista sin escrúpulos.
«La única verdad posible dentro de un concepto marcial realista es el COMBATE«.
No hay debate posible.
Si no entras en combate, nunca serás un guerrero. Llamemos a las cosas por su nombre.

Me alienta ver y saber que hay grupos que no pierden este norte. Que sean pocos no es preocupante.
Lo preocupante, llegado el caso, es que no haya unión entre ellos, que se posicionen como «única alternativa» o que la política y los formalismos pesen más que el arte.
Referentes y referencias.
Recuerdo, una vez más, una sentencia de un libro fundamental para mi, «El maestro de esgrima» del Maestro Pérez-Reverte.
El libro es un preciso referente de una situación con la que me siento totalmente identificado.

Con la cita que sigue cierro la primera entrada de 2019. Serán algunas más, no sé cuantas, eso no importa.
El día que se extinga el último maestro de armas, cuanto de noble y honroso tiene todavía la ancestral lid del hombre contra el hombre, bajará con él a la tumba… Ya sólo habrá lugar para el trabuco y la cachicuerna, la emboscada y el navajazo.
El Maestro de esgrima. Artúro Pérez-Reverte
«Cada vez me importa menos lo que digan de mi, cuido mucho más lo que digo yo de otros. »
Querido José esto debe ser la vieja evolución; algo así como el camino hacia la sabiduría.
Totalmente, «la vieja guardia».