La «realidad» es una ficción escurridiza que cambia a cada instante y que no se puede atrapar. A mi personalmente me queda demasiado grande ese traje tan ajustado de definiciones abstractas.
Realidades diferentes.
Ya hice referencia a Lacan en una de mis últimas entradas, siento repetirme una vez más, pero me parece una definición sublime:
Sólo los idiotas creen en la realidad del mundo, lo real es inmundo y hay que soportarlo.
Woody Allen tampoco se quedó atrás con su definición:
Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.
No se me enfaden los veganos, podéis sustituir filete por cualquier alimento que realmente os guste. El caso es que la realidad es demasiado hábil como para dejarse atrapar por el compra venta de ideas absurdas.
Podemos quizás distinguir entre «nuestra realidad» y Lo Real. En la primera intervenimos nosotros como agentes observadores, lo segundo ocurre sin más.
Para ir aterrizando
Hablar de estas cosas parece absurdo, pero cuando la inspiración viene de una conversación con un gran amigo, todo cobra sentido.
Viajar es una de mis pasiones, da igual donde, el caso es cambiar de aires. Con este motivo pude quedar para tomar un café con una de esas personas que cuando las conoces te dejan una huella indeleble, le agradezco inmensamente que se cruzara toda una ciudad para poder charlar. Hablo del grandísimo Joaquín Marcelo.
Hablar de JKD y de buen hacer es hablar de él. Lo conozco desde hace muchos años y aunque nunca he entrenado con él como tal (a parte de algún seminario), puedo considerarlo amigo y Maestro.
Después de muchos años sin vernos, un fuerte abrazo hizo que el tiempo fuese tanto o más relativo de lo que uno puede llegar a pensar. Caminar, charlar… aprender e inspirar.
Joaquín es muy inquieto, muy simple en sus planteamientos (como el JKD de su Maestro Ted Wong). Estuvimos hablando de la realidad, de lo que deberíamos buscar en nuestro entrenamiento y de aquí la entrada, la referencia, el camino que ha retomado esta entrada que pensaba escribir desde hace tiempo con un cariz totalmente diferente.
Me gusta que los planteamientos cambien y que una idea tome una forma diferente a pesar de que todo se va a expresar en la misma dirección. Esta es la magia de la palabra, de las ideas llevadas al blanco sobre negro.
Connecting the dots
JKD y Eskrima tienen algunos puntos en los que se tocan. Nada que ver con la propuesta «Inosantiana» ni con la idea extraña de que Bruce Lee practicara Eskrima.
Básicamente Bruce Lee se inspiro en la esgrima para perfilar su propio arte y nosotros, los Eskrimadores, venimos de ahí, esas son nuestras raíces antiguas.
Hablar de realidad y combate con una persona que entiende a la perfección esas transferencias es muy enriquecedor. Me apasiona ponerme delante de gente de la que poder aprender.
Dando pocas vueltas y riendo mucho llegamos al punto consensuar de que la realidad, esa a la que podemos acceder como simples humanos y tratándose de artes marciales, está íntimamente relacionada con el contacto físico, el combate, la práctica cercana al dolor, el peligro, la capacidad de gestionar el estrés y a la preparación mental.
Repito, es grande encontrar personas con esta claridad de búsqueda constante en el que las herramientas son medios para llegar a un fin que va más allá del ego y la compra venta de mensualidades proscritas.
La «No realidad»
Lo que NO es real es toda esa falsedad mercantilista que asegura mostrar la «pelea callejera« en un «gimnasio de barrio» al uso.
Seamos realistas. Si hay algo que no se puede simular es un enfrentamiento real. Simple y llanamente porque el contexto, las circunstancias y todo lo que rodea ese instante no pueden ser replicados.
Podemos acercarnos, podemos trabajar sobre patrones que intervienen en una situación real, podemos empezar a entender qué efectos puede tener en nosotros el estrés, podemos pegarnos duro y empezar a aceptar el dolor y el riesgo como parte del proceso… pero esto nunca asegura absolutamente nada.
Decía Mike Tyson con la sabiduría que da la experiencia de una situación combativa constante:
«Todo el mundo tiene un plan hasta que se les da un puñetazo en la cara.» // «Everybody has a plan until they get punched in the face.»
En resumen: una cosas son las expectativas que te han marcado (en un ambiente favorable) y otra cosa muy distinta lo que te encuentras ahí fuera.
Muchos de los sistema que dicen basarse en la realidad enseñan defensas ilusorias contra armas (cuchillos, pistolas, armas largas, tanques, misiles…) y rondan contextos que parecen sacados en algún mal vídeo, leído en algún libro de segunda o imaginado tras ver alguna mala película de acción.
- En el caso de la frase de Tyson queda claro que lo máximo que nos puede pasar es que si nos alcanza un buen golpe nos pongan a dormir en la lona.
- En el caso de las armas lo que nos puede pasar es que perdamos la vida. De ahí la importancia de tomarse en serio la «realidad» y si es bajo el prisma de las armas mucho mejor.
Sin divagar
Para no dar más vueltas a un mismo punto del que ya he hablado en otras ocasiones voy compartir un vídeo de Alan Watts.
Él es una de las personas que más ha influenciado en mi concepción de Fightlosophy (Fightlosofía) y aquí toca algunas claves interesantes.
What is Reality?
Me gusta terminar con frases de grandes personajes con la capacidad de sintetizar todo esto que digo en pocas palabras.
«La locura de una persona es la realidad de otra». Tim Burton.