Practicar Eskrima en casa es una de mis grandes pasiones, sobre todo si lo hago con mi niño cerca. Siempre he creído en aquello de «es mejor dar ejemplo que dar consejo».
Influencia, Eskrima y movimiento.
Desde que podía andar, de una manera lúdica, jugando, he buscado inculcar, sin imponer (creo que ahí está el truco del asunto) en mi pequeño algunos conceptos que considero básicos en la formación de un «buen hombre».
El movimiento y la precaución, el estado de alerta, observar (prevención: saber que no se puede acercar, hay que mantener una distancia de seguridad con respecto a las armas) son las mejores herramientas que podemos ofrecer, es un regalo que proviene desde lo más antiguo y profundo de nuestra alma.
Lo mejor del vídeo es la aparición espontánea, única e inigualable de mi pequeño, mi legado.
Eskrima y videos de «homework».
En este pequeño vídeo he hecho una propuesta de «seguidas» muy básicas y que se centra en «Corto Kurbada» (como no podía ser de otra manera).
Desarrollamos tres golpes en cada área, nos centramos en el eje y sus cambios de ángulos. Jugamos golpendo desde el puño (punyo) del arma, que es lo más cerca que podemos trabajar, siguiendo con golpes de bastón que requerirán adaptarnos al entorno.
La secuencia es totalmente improvisada. No suelo premeditar mucho mis movimientos, así me siento más libre. De una forma «un tanto caótica», improvisando, suelen desarrollarse «seguidas» que dan buen resultado en la distancia corta durante el sparring, ya que hay movilidad, cambio de ángulos, traslación de peso o desplazamientos, mecánica corporal adaptándose a la distancia) y fluidez.
