En Eskrima el «Stop-Hit» o «golpe de parada» nos viene dado directamente por la influencia de la esgrima y, por consiguiente, del uso de las armas.
El golpe de parada en un contexto de Eskrima combativa resulta ser una de las «acciones contraofensivas» más «simples pero no fáciles« de poner en práctica.
Interceptar, economía de movimiento y no telegrafiar son conceptos íntimamente relacionados en este tipo de acción.
Definiendo y fases de la estrategia:
En Eskrima «stop-hit» significa interrumpir o «complicar» la ofensiva de nuestro adversario.
Esto se logra:
- «Atacando»,
- ó «bloqueando y atacando simultáneamente».
Mentalidad ofensiva, «usando todo» para interceptar.
La idea principal es protegerse a la vez que causas daño.
Hay varios momentos en los que podemos poner nuestra acción en práctica:
1. Antes del ataque de nuestro adversario.
Podríamos definir esta fase como «interceptar una acción previa». Hemos sido capaces de leer el movimiento o la intención ofensiva por parte de nuestro adversario y nos adelantamos en el tiempo a ella frenando o interrumpiendo. Ataque simple, no telegráfico. Necesario un posicionamiento óptimo.
2. Durante el ataque.
Nuestro tiempo de reacción y precisión en el ataque se ajustan a la ofensiva de nuestro adversario. Somos capaces de leer el movimiento una vez se ha iniciado. Debemos ser conscientes del peligro implícito y la extrema necesidad de un timing muy ajustado.
3. Después del ataque (dejar pasar, elástico).
Puede considerarse «golpe de parada» si interrumpimos la «seguida» inmediatamente posterior a dejar pasar. Este tipo de acción dependerá de un trabajo de desplazamientos muy afilado.
Irse lo justo para volver es una da las acciones más características de nuestra Eskrima ofensiva.
Ventajas del Stop-Hit:
Hay que ser conscientes de que en Eskrima no siempre vamos a poder aplicar este concepto de «golpe de parada».
La acción en una situación real es tan intensa en un concepto combativo que todo y nada puede pasar al mismo tiempo.
«Expect the unexpected».
Una de las mayores ventajas que veo en este tipo de acción es el efecto que producimos en nuestro adversario.
La mente de nuestro atacante va a estar enfocada en causarnos daño y en el resultado deseado cuando aterrice su ataque. Al interrumpir esta acción con un ataque propio, obligaremos a su cerebro a «cambiar de marcha» y a pasar de ser agresor a defensor.
Recuperarse:
Reponerse a un «ataque frustrado» lleva su tiempo. Estoy seguro que todos hemos pasado por esos momentos de frustración de no saber qué ha pasado. Si a esto le sumamos dolor y conmoción (Eskrima es un proceso doloroso), nos llevará más tiempo descifrar lo que acaba de suceder y cómo reaccionar ante una situación inesperada.
Estamos de acuerdo en que no llevará mucho tiempo, por supuesto, pero los enfrentamientos pueden ganarse o perderse en esos precisos segundos.
La mayoría de las personas no pasan mucho tiempo practicando qué hacer si su ataque es interrumpido o interceptado, así que podemos sacar aun más ventaja de la práctica de esta estrategia tan nuestra.
Una vez más la única manera de desarrollar esta habilidad propia del trabajo con armas es prestar atención a nuestro trabajo de «sparring específico«.
Vídeos:
A continuación inserto en esta entrada algunos vídeos de ejercicios que pueden ayudarte.
Ya los he posteado con anterioridad.
En principio todos centrado en distancia larga. En distancia corta este tipo de estrategias está muy presente pero dependerán mucho más del control que ejerzamos sobre nuestro adversario y del uso de la mano no armada: