En Eskrima no se trata del golpear sino de cómo se golpea, ya he hablado de ello con la suficiente insistencia.
Golpeo.
Hay ciertos tips a tener en cuenta en la forma correcta de golpeo en Eskrima.
No hago distinción entre armas de impacto y filo porque básicamente es lo mismo.
Si nos centramos en la punta del arma, tener en cuenta la posición de nuestra mano en la trayectoria final del golpe es básico.
Evidentemente ésta debe salir de la línea central para situarse en un ángulo de ataque adecuado con respecto a la punta del arma, que es, como vengo repitiendo hasta la saciedad, el punto «correcto y concreto» de contacto entre nosotros y nuestro adversario.
Me hago cargo de que así explicado parece simple, lo es, pero no es fácil . El trabajo de precisión aquí es una de las acciones más importantes. Donde pones el ojo pones la bala, pues aquí es la puna del arma…
Si no modificas la posición de tu mano en el golpe y no llevas la punta del arma en vanguardia no serás capaz de golpear con eficiencia.
Interferencias.
Hay demasiadas interferencias en nuestra Eskrima desde las manos vacías y muchos estilos han incentivado este error porque facilita al neófito la progresión en un sistema cerrado y bien programado que se aleja de la realidad necesaria tratando con armas.
En este pequeño vídeo que ya compartí en mi Instagram, pretendo mostrar esto de una forma simple.
Curiosidades.
Me han parecido curiosas las diversas reacciones, porque ninguna ha tenido que ver con el hecho de que la posición de la mano y la punta respecto al golpe.
Este era el objetivo del vídeo.
Podéis ver que sostengo el arma en su extremo, sin dejar nada de «puño». No lo considero un error, pero hay algún iluminado que sí.
En fin, esto daría para una entrada aparte. Pensando en distancia larga y en los estilos tradicionales, es un tipo de agarre que llevo trabajando mucho tiempo, influencia directa de GM Ramón Rubia en el juego de «elástico», y que evidentemente requiere cierto control (propiocepción) con respecto a la conexión con el arma (sigue el link si quieres refrescar una entrada previa al respecto).
Cuestión de estrategia.
Está claro que todo cambia si nuestra estrategia fuese la de golpear con nuestro puño.
Dependiendo del combate, de nuestro adversario, de las circunstancias… puede que golpear con el puño (estilo boxeo, o como venga bien) sea lo aconsejado, es una herramienta de distancia corta muy efectiva, por supuesto, todo vale si vamos encaminados en la dirección adecuada.
Sinceramente y teniendo en cuenta que llevamos un arma en las manos, me parece lógico priorizar un golpe mucho más efectivo, utilizando la parte más alejada del arma, donde por lógica más energía «cinética» se concentra.
Esto es un asunto técnico mucho más fino que «simplemente» lanzar un puño, que es algo que «interferimos» desde las manos vacías. Es cuestión de aplicar y crear la distancia adecuada.
Es «circunstancial y puntual» con el objeto de cubrir la mayor distancia posible entre nosotros y el adversario.
Piensa en el filo de la espada, en «tirar» un golpe al cuello y en esos pocos centímetros que cubres ajustando el puño. Creo que cuando hablamos de sobrevivir esos centímetros pueden significar mucho.
Poco más que añadir.
Recuerdo en estos momentos a mi Maestro Ramon Rubia que dice aquello de:
«Sin unos ojos educados, que sepan donde y qué mirar, da igual lo que muestres porque todo les parecerá lo mismo».
«Sin unos ojos educados, que sepan donde y qué mirar, da igual lo que muestres porque todo les parecerá lo mismo».
Sentencia para enmarcar, aplicable a cualquier arte marcial.
Gracias José.
De nada Oscar, los profes que tenemos saben de lo que hablan… abrazo!