Si has entrenado durante el suficiente tiempo y con la suficiente intensidad una o varias artes marciales con el suficiente interés y pasión, seguro que aun habiendo intentado cuidarte, tu cuerpo un día comienza a darte señales inequívocas de que los excesos del pasado comienzan a tener su repercusión y empieza a protestar como antes no lo hacía y es que el tiempo pasa amigo y ya no es lo mismo; es el momento de analizar qué pasa y como lo afrontamos.
Estar caducado.
Hay una expresión que poco a poco he hecho mía, aunque es del padre de mi profesor de BJJ:» Estoy caducando«. Es justo de ahí de donde surge el título de esta entrada.
Y es que aunque no seamos unos viejos centenarios redomados, estoy seguro que a todos nos llega un día en el que empezamos a notar un cambio en la recuperación de las lesiones o que tu cuerpo protesta un día que lo llevaste a un límite.
Esa línea está ahora está más cerca que antes: las articulaciones te chirrían, las lumbares te dejan tieso, la espalda te inmoviliza, hombros inflexibles y un cuello que antes podías doblar ahora te dicen «o paras o te paro».
Es ahí cuando la cabeza empieza a entrar en un bucle muy peligroso que tenemos que afrontar, ahora más que nunca, con decisión y coraje…es el dolor y nuestra relación con él, lo que marcará la diferencia entre la evolución o la desidia.
Dos tipos de «tipos».
Llegados a este punto nos encontramos con dos «tipos de tipos»: los que se escuchan mucho convirtiéndose en víctimas de ellos mismos hundiéndose sin remedio en un mar de penas y lamentos (son los que terminan abandonando todo, están eternamente estancados y lo dejan todo para mañana) y los que asumen su fecha de caducidad (eso sí, algo enfadados) y se divorcian de ellos mismos afrontando la caminata desde otra perspectiva, se reinventa y se guerrean sin descanso.
Cuando uno lleva literalmente toda su vida entrenando, tiene un percepción muy afinada de su cuerpo, evidentemente no es lo mismo ahora con «cierta edad» y lesiones cronificadas, que cuando tenía 17 años y entrenaba como los burros ( quería ser la fotocopia más fiel del mítico Bruce Lee, es decir; en realidad nadie me enseñaba a ser yo mismo) y como bien dice un amigo, sentía que si saltaba por la ventana el suelo se quitaba.
El caso es que si piensas que has caducado, probablemente tengas mucha razón. Aceptarlo es no limitarte, es simplemente adaptación.
«Practicando ando».
Si haces Eskrima a lo old style tus codos, manos y articulaciones se resentirán, si luchas a lo»Bru-Jitsu»(de ir a lo bruto) el cuello, lumbares y rodillas se resentirán, cada uno de nosotros seguro que tiene su «carrito de chuchería customizado» y a la última, todos podemos quejarnos y quejarnos sin parar buscando el consuelo en las palabras de complacencia de nuestros allegados…lo curioso es que esto es adictivo y a veces se entra en competiciones de a ver quien tiene las lesiones más dolorosas.
Está claro, las lesiones nos limitan, pero analicemos un instante con respecto a qué, muy posiblemente nos veamos en cierta manera impedidos con respecto a unas metas marcadas hace demasiado tiempo o a un pasado ya lejano, en el que disfrutamos de una «forma de vida» que ahora nos pasa factura.
Ok, no tengo ninguna solución magistral, a mi ahora me ayuda mucho a sanar mi cuerpo y el»alma» el Ashtanga, pero sí me doy cuenta por observación empírica, que cuanto más dejo de escucharme a mi mismo y más busco como adaptarme a mis circunstancias, menos mal o menos «viejo» me siento (lo cual no quiere decir que de vez en cuando uno esté al límite de la frustración).
Está claro que esto no aliviará los dolores, ni curará las heridas del pasado…pero sin duda y echando mano de los galones otorgados por la experiencia, hace que la perspectiva de nuestra vida comience a cambiar. Hacer lo mismo pretendiendo obtener mejores resultados no es precisamente la forma más inteligente de continuar caminando y nos conducirá sin reparo a la frustración…si la pasión es lo que te mueve, da igual lo que hagas porque terminarás encontrando el camino adecuado para adaptarte.
¿Algún truco?
El truco, si es que hay alguno es decidir entre ser un «walking dead» o continuar caminando dignamente. Iniciar caminos nuevos, buscar romper límites que incluso cuando tenías 17 años ni te planteabas, hace que la vida fluya por tus venas ( en vez de la horchata o el pan rayado), al final la meta no es importante.
Suena a típico tópico, pero es el camino lo que habrá merecido la pena y si un día le cuentas a tus hijos o nietos a donde aun no has llegado, valdrá la pena haberte esforzado un poco más cuando tu cuerpo caducó y a pesar de ellos trabajaste duro para alargar al máximo una fecha límite que, al parecer,no está más que en nuestra cabeza.
Yo trabajo con viejillos y lo tengo claro desde hace un tiempo: el cuerpo se oxida si o si. Y como dices hay dos reacciones muy claras. La primera, la del que se queja de la vida y de los dolores y se apoltrona en el sofá a esperar que se le alivie todo como por milagro (mas bien suelen esperar que venga un médico y les cure, y como las artrosis y demas historias no se pueden curar la culpa es del medico y de nadie más). Poco a poco se atrofian mas, tienen mas dolores y todo va a peor. Y luego estan los que, con x años (x es desde 85 parriba) andan varios kilometros al día, no paran, salen… Cuando les preguntas si no les duele nada suelen contestar que a rabiar, pero que si le hacen caso al dolor estarían metidos en casa sin salir. Como los primeros. Tambien los hay con 3000 enfermedades (a cual más jodida) y que le echan aplomo y siguen con toda la marcha que pueden (es verdad que algunos estan muy mal, pero tienen una voluntad…).
Me alegro que seas de los segundos. Eso si, por favor no vuelvas a tomar espirifen de ese antes de las clases de eskrima xD
Hay que divorciarse de uno mismo de vez en cuando, muchas gracias por los comentarios Kike, intentaré no tener que utilizar «las drogas» 😉 nunca mais para ir a clase, ajajajajaajaja !!
Tal como viene usted comentando con la supervivencia, este paso forma parte de ella, y es bien simple que no sencillo… Adaptarte a la situación en la que te encuentres y divorciarse en la medida que puedas de los achaques. Ya somos legión los que vamos caducado pero seguimos erre que erre, de todas es la mejor opción….por lo menos para mi. Thanks.
Sr. Ramal sabe usted que en muchos aspectos me he inspirado en usted para escribir esta entrada…es usted todo un guerrero ashtangero !!!! thanks so much por los comments !!
Me veo, me ha encantado
Muchas gracias caballero, a usted debo la expresión » estar caducando » así que en parte el artículo es tuyo 😉
Me encanta el espiritu que anida dentro de nosotros, estamos jodidos pero contentos. Señores es muy poco probable que seamos esbirros del tedio y la desidia, a este paso vamos a descubrir que esto es vivir, estar dentro del juego y jugar con la baza que tengamos, y por supuesto tener siempre un as bajo la manga, o en su lugar una buena daga para arreglar algun entuerto….jajajaja un saludo familia.
Jodidos pero contentos, mientras no falte un poco de Eskrima, buenas charlas tomando cafelito con hielo y reírnos de nosotros mismos, iremos «caducando » a gustito…como leí hace nada: » Estoy satisfecho, ¡solo quiero más!».
En efecto Jose muy atinada tu nota saludos .
Muchas gracias, son reflexiones de un buscador algo «caducado» 🙂