No belts, no ranks, just skills into Eskrima.

«Sin cinturones, sin grados, solo habilidad dentro de la Eskrima», ahí está concentrada gran parte de mi «fightlosofia».

Tiranía de los grados en Eskrima y las artes marciales.

En mi Eskrima y de momento, ya que no sé que puede deparar el futuro (muy lejano en este caso), no cabe la posibilidad de una tiranía impuesta por sistemas de grados que, entiendo, limitaría la capacidad de crecimiento de los integrantes de #orihinaleskrima.

Siempre he estado más cerca de una modalidad de crecimiento basada en la habilidad INDIVIDUAL del estudiante, que en la idea de premiar, por tiempo transcurrido o actividades que nada o poco tengan que ver con el combate, a los «asiduos clientes«.

Es casi inseparable; vamos a ser honestos de una vez, si piensas en cinturones (o similar), piensas en la parte comercial del asunto.

Libertades.

Eskrima es libertad y caos, tal cual ocurre durante el combate. Me gusta estar cerca de esta idea incluso cuando enseño. Esta es una de las claves de cómo entiendo Eskrima.

Puntualizo, no está mal ganar dinero con tu pasión, es totalmente lícito, lo que me parece poco íntegro y poco higiénico para con las artes marciales son los «sistemas» que se han ido desarrollando con el paso de los años (tanto pagas tanto tienes).

Me parece una vergüenza promocionar a la persona por encima del arte porque desacreditas y bajas el valor (incalculable) de una «tradición» que no nos pertenece.

Pocos estilos han conservado la suficiente entereza con respecto a los grados y su obtención. De momento y por afinidad, reconozco que, aunque de todo hay en la viña del señor, en Jiu Jitsu Brasileño conservan ese espíritu de esfuerzo para ir creciendo a través de sus cinturones.

Lo que más me saca de quicio es aquello de las «representaciones» de los estilos

Resumiendo, esto sólo pasa en las artes marciales, todos conocemos a alguien que luce un cinturón negro y no le vale ni para sujetar los pantalones.

Eskrima & Krishnamurti.

Termino, ya que hay poco más se puede añadir, esta entrada con dos pequeños textos y una frase del Maestro J. Krishnamurti a las cuales me adscribo incondicionalmente y líbremente.

Creo que son una buena síntesis para esto que torpemente quiero contaros.

1. La libertad es ser independiente.

«La libertad es ser independiente, es no tener apegos, miedos, ser libre en la comprensión del deseo, el cual alimenta la ilusión. Hay una inmensa fuerza en ello, en esa independencia. El cerebro condicionado, programado, nunca es libre porque está lleno de conocimiento; y aquello que está programado, ya sea religioso o tecnológico, siempre es limitado. Esta limitación es el principal factor de conflicto. La belleza es peligrosa para un hombre que desea.»

2. El diablo y un amigo.

El diablo y un amigo suyo estaban paseando por la calle cuando vieron delante de ellos a un hombre que levantaba algo del suelo y, después de mirarlo, se lo guardaba en el bolsillo. El amigo preguntó al diablo: “¿Qué recogió ese hombre?”. “Recogió un trozo de la Verdad”, contestó el diablo. “Ese es muy mal negocio para ti, entonces”, dijo su amigo. “Oh, no, en absoluto”, replicó el diablo, “voy a dejar que la organice”.

3. Frase:

«La verdad es una tierra sin caminos«.



Jose Díaz Jiménez

Jose

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