Realmente Eskrima.

Últimamente empiezo a cansarme un poco de hablar de la necesidad de aplicar el concepto de realidad a la práctica de Eskrima.

Eskrima y realidad

Si todo fuese como debe ser, si la gente que practica nuestro arte fuese lo suficientemente honesta con las armas, con el arte y sobre todo con ellos mismos, yo no tendría que haber dedicado tantas entradas, durante tantos años, a reclamar la importancia del combate en Eskrima y en general en el mundo de lo que vienen a ser las artes marciales.

¿Algún día despertarán? No lo sé. Llegados a este punto, me adscribo incondicionalmente a la frase de Epícteto, estoicismo puro y duro:

«Solo hay un camino hacia la felicidad y es cesar de preocuparse por cosas que están fuera del alcance de tu voluntad.»

Es muy absurdo, desde el punto de vista práctico y estratégico tener que insistir en la simplicidad de la Eskrima, insistir en la realidad, en el contacto…

«Eskrima son armas y estas no mienten.»

Funcionalidad antes que estética.

En Eskrima, sin un contacto duro, sin una dirección clara, muchos practicantes tienden a ser demasiado creativos y fantasiosos.

En este ambiente «las teorías de gimnasio» proliferan y es fácil perderse entre tanto humo.

La gente que no pelea con armas (y sin ellas) tiende a agregar más y más fantasía a su sistema. No hay un freno real (un buen golpe que ilumine su camino) a sus fantasías, imagino que es por esto que mantienen actitudes y poses cómicas pretendiendo más «sorprender a sus esbirros» que derrotar a sus adversarios.

Desafortunadamente todo esto equivale a NADA en términos combativos.

¿Donde habrá quedado aquella mentalidad del «Maestro de Esgrima» (Reverte) en la que el Maestro buscaba a toda costa la estocada perfecta? Lograrlo sería motivo de honor y orgullo personal.

Esto evidentemente no se logra danzando sin más, sino buscando y sumando heridas, cicatrices y sobre todo; experiencias de batallas.

Simplificando Eskrima.

Si alguna vez dudo de algo que estoy practicando me recuerdo a mi mismo aquella afirmación brutal de Magtutdlo Ramon Rubia, lapidaria donde las hubiera, y que me acompañará como mantra guerrero hasta el fin de mis días.

La dirección está clara, no hay pérdida posible, es mi responsabilidad elegir:

«José en realidad solo hay dos formas de hacer las cosas en la Eskrima: te mato o me matas.»

Sí, como aquello de las fuerzas especiales: «Kill or get killed». Simple, directo, efectivo. Así debe ser Eskrima, y si no, no lo será.


Jose Díaz Jiménez

Jose

Expect the unexpected...

2 comentarios

  1. «Dos formas de hacer las cosas en la Eskrima: te mato o me matas.»

    Imposible expresarlo mejor!!!

    Gracias José.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.