Respetarse a golpes en Eskrima.

Respetarse a golpes, y todo lo que ello significa, tiene un espacio importante en el entreno del «arte de la guerra».

Dolor y Eskrima.

Una afirmación categórica al caso: «si no duele no es Eskrima«, no hay más. Para mi, el arte de la Eskrima es una metáfora de lo que ocurre cada día en este mundo.

La violencia, inherente al ser humano, es un medio que usa la vida en su versión más áspera para expresarse a sí misma. Tendríamos que ser un poco sociópatas para reconocer que nos encanta asumir las consecuencias de un entrenamiento llevado al límite.

Considero fundamental que lleguemos a entender que dentro del proceso de la educación marcial no todo tiene que ser lúdico o divertido, tampoco insufrible o dañino al extremo.

Si hay algo de lo que no me cabe duda es de la  necesidad imperiosa de «encontrar sentido» a nuestro camino (recomiendo la lectura del «El hombre en busca de sentido» de Viktor Frankl).

Ser consecuentes.

Deberíamos ser consecuentes con nuestras metas y flexibles con nuestras decisiones. La vida hay que vivirla en directo, no en diferido, vivir desde lo «real» (con todos su matices), en vez de estar en lo «virtual». Si en ese camino extraño de descubrimiento personal un día se te cruzó un arte como la Eskrima lo tienes fácil, pregúntate:

¿Qué quiero lograr trabajando con armas? ¿Sigo una moda, una tendencia? ¿Juego a ser un soldadito de plomo o lucho para «sobrevivir»?

Considero que para resolver estas dudas es fundamental la imagen de alguien que nos guíe y nos devuelva a la dirección correcta de vez en cuando. Igual de importante me parece que su transmisión sea de forma «personalizada», con mucha vida, proporcionándonos herramientas funcionales (a desarrollar poco a poco) para así poder gestionar con criterio nuestro propio caos.

Mis Maestros en Eskrima me han enseñado que por encima de todo está la experiencia, la del arma y las batallas en las que ésta me acompaña. Las armas, con su idioma ancestral, son las que marcan el camino porque «ellas no saben mentir».

Recuerda: no importa cuantos títulos tengas colgados de la pared, ni cuantas veces seas un campeón de gimnasio … importan las cicatrices (visibles e invisibles) que marcan y dejan huella en tu alma … esas se logran librando mil batallas a puro golpe, en primera persona, con miedo, respetando al adversario y aceptando las consecuencias de tus decisiones.


Love this picture training «espada y daga» with my Maestro @ramonrubia. No matter where, how and when to practice if its with the right person. This trip was very special, had long since I’ve seen him and to my close friend-mentor Javier Arrieta (which was in the same room at that time), also because i went to L.A with my love @macarena_nunez (the first time in my life traveling together). #Eskrima is my way of life!! What a great memories!! We will comeback, this time with our #babyboy!! // Me encanta esta imagen entrenando «espada y daga» com mi Maestro Ramón Rubia. No importa donde, como o cuando entrenar si es con la persona adecuada. Este viaje fue muy especial, hacía tiempo que no veía al Maestro ni a mi gran amigo y mentor Javier Arrieta (que estaba en esos momentos en la habitación) y también porque viajaba a L.A con mi amor, Macarena (primera vez en mi vida que viajaba acompañado). Que grandes recuerdos!! Volveremos, esta vez con nuestro pequeñajo!! #arnis #LosAngeles #california #eskrimacombativesfma #traveling #stickfighting #martialart #x3mfight

Una foto publicada por Jose Diaz Jimenez (@orihinaleskrima) el

José Díaz Jiménez.

 

Jose

Expect the unexpected...

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