No suelo escribir sobre estos temas de ejercicio físico desde hace mucho tiempo y no sé como saldrá…será quizás que los excesos del pasado van apareciendo y las lesiones tardan más en curar, que me aburrí de mi cuerpo y del ejercicio a la fuerza durante 6 años de mi vida por haberme dedicado al precario mundo de los gimnasios o que cuando salí de ese bucle «infernal», espantado por tanto superficialismo estético, no quise saber nada más de todo esto tan extraño de los club sociales deportivos.
En el mundo Fitness ves a personas con problemas físicos, hernias, dolores crónicos, dejadez ilimitada, descoordinación extreme, sobrepeso ( norma común en una sociedad sobrealimentada), enfermedades más o menos «curables» ( exceptuando las mentales que suelen enquistarse), estúpid@s redomados narcisistas a los que gustosamente dejarías caer una pesa en el pie, al final la norma común de todos ellos es que se te acercan con una lista interminable de achaques, necesidades, inquietudes, problemas personales/existenciales y sobre todo exigencias ( adelgazar y ponerse en forma pronto y sin mucho esfuerzo, que moverse cansa).
Harto de todo esto y habiendo decidido «divorciarme» ( ayudado por circunstancias y traiciones), no solo con el mundo del ejercicio físico, sino de una necesidad imperiosa de desintoxicación de narcisistas ególatras y espiritualitos redomados…estuve más de un año y algo en «dique seco»: ni Pseudo-Yogas, ni pesitas, ni lucha, ni meditación…solo Eskrima, si no llega a ser por ella, mi movimiento más intenso habría sido levantarme por las mañanas de la cama…llegados el caso y ante tanta desidia acumulada, hace unos meses decidí que ya era hora de poner fin a esto y volver a reconciliarme paulatinamente y sin escozores con mi pasado.
Mi Eskrima siempre está ahí, decidí focalizar toda mi «atención» en recuperar lesiones ( escusa para dejarte engordar) y en el trabajo técnico con respecto a la simplificación y proliferación del trabajo de la mano no armada, distancia corta ( Kurbada y Lineal), Espada y Daga, Eskrido…lo cual en principio, no requiere grandes aportes de desgaste físico de resistencia…evidentemente todo empezó a cambiar cuando tuve la suerte de traer a España a GM John Mac y entrenar con él en clases privadas…las sesiones de sparring fueron tan duras y su condición física era tan buena que de repente no solo me dolieron los palos que me dio…sino el haberme abandonado tanto.
Lo primero que hice fue empezar a tomar decisiones: encontrar a un profesor de Jiu Jitsu Brasileño que me motivara y me brindara la suficiente confianza como para reiniciar ( una vez más) el entrenamiento del Arte Suave era una de las prioridades, era esta una perspectiva que me motivaba mucho ya que es un arte totalmente complementario a mi Eskrima….mi lesión de cervicales es perpetua, pero ya me sentía con muchas ganas, confiado y más recuperado…el destino juega sus cartas y relativamente cerca de casa estaba la solución, mi actual profe Carlos Barea iniciaba su andadura educando desde la lucha y fusionando/volcando su experiencia desde la psicología hacia las artes marciales, más adecuado imposible, así retomaba este arte desde las bases, re-aprendiendo, mejorando y entendiendo un poco mejor de que va esto del Jiu Jitsu…
BJJ es volver a luchar contra tus limitaciones, lesiones, miedos, egos y claro está, contra unas lorzas de reciente aparición. Es curioso, pero un día te levantas de la cama y te notas un tanto más inmóvil y pesado en ciertas zonas muy localizadas de tu cuerpo allá por la cintura…miras y justo ahí hay más de ti, abarcas más espacio que antes, comienzas a describir circunferencias nunca imaginadas…pero bueno, todo no era negativo, de repente te haces consciente de que tu pareja te quiere mucho…si es así: ella nunca te dirá que tienes una panza prominente y creciente, te dirá: » yo creo que tienes que volver a entrenar, te vendrá bien para la cabeza» . Así y no queriendo ser fiel reflejo de todo lo que vengo criticando sin piedad desde siempre, decidí reiniciar mi entrenamiento en serio.
Lo que sientes cuando luchas en Brazilian Jiu Jitsu es que si vas por arriba con unos cuantos kilitos de más mola mucho…haces el «foca fighting» y terminas tus luchas por pesado ( en cuestión de kilos + gravedad)…pero claro, te cansas mucho…te cansas muy mucho más que cuando eras delgadito…empiezas así a reconocer la funcionalidad del movimiento en relación a la condición física, recuerdo mis sesiones de entreno funcional de antaño, me acuerdo de mis amigos de FIDIAS y de que una vez me dijeron: « Jose nuestro cerebro ha evolucionado mucho, pero nuestro cuerpo aun está diseñado para trepar árboles«…así que con estas premisas me marco nuevos objetivos: subo la intensidad de trabajo físico en mi Eskrima y por primera vez en mucho tiempo, me planteo querer mejorar mi BJJ.
Todo esto que va ocurriendo aparentemente sin control, son procesos vitales, todo te va a ir conduciendo a lecciones importantes de las que depende de ti aprender o no…en realidad da igual lo que resulte, ya que ese será tu proceso.
Continuaba dando pasos, me empezaba a sentir mucho mejor y al mismo tiempo estaba menos cabreado con el mundo, pero dentro de mi sentía que aun faltaba algo, algo que cerrara este círculo sin circunferencia…mi reconciliación con mi pasado no se había completado aun. Llegado el momento creo empezar a comprender algunas cosas, busco y es justo en ese tiempo cuando empiezo a mirar de reojo al Yoga, pero no a cualquiera de los Pseudo-Yogas de la New Age, miro muy de cerca a Ashtanga , que definitivamente se me antoja como de otro mundo.
Mi novia ya lleva tiempo en Ashtanga, siempre se queja de que no avanza e insiste en que la acompañe…yo lo voy retrasando, así pasa un mes y otro, pero un día me decido, quizás ya es tiempo, allá voy, empezaré poco a poco, una vez a la semana estará bien que lo espiritual ahora me da alergia!!! La sensación de regreso es la de un viaje al pasado, veo a la gente respirando, el calor de la sala desprendido del trabajo duro y un ambiente de calma, una sonrisa me llama la atención, la profesora: » por fin te decides a venir» y una esterilla. Empiezas por un saludo al sol, en nada sudas y me río para mis adentros, esto va a doler, lo sé…esto es Yoga de verdad. A los 30 minutos ya no podía con mi cuerpo, vuelvo a pensar, mi ego me ataca: «a ver, si yo levanto personas, si yo era capaz de levantar muchos kilos de hierro en el Gym ¿ como es que no puedo conmigo mismo ahora?». Así va avanzando la clase, una posición tras otra, dinámico, vivo…corriges la postura, la profesora te dice: saca el pecho, tu cabeza, tu hombro, estira la pierna y sin saber exactamente porqué, empiezas a temblar a lo mal de san vito. Torsiones, elongaciones, equilibrio, respiras y sudas. Tras tu práctica, empiezas a recuperarte, inconscientemente y por primera vez en toda la sesión comienzas a mirar a tu alrededor, que grandeza la de evadirte en ti mismo, en tu posición, en inspirar y expirar…me siento como si hubiese tenido unas cuantas sesiones de sparring muy intensas ( por algo siento que Ashtanga tiene un sabor muy conocido, me encanta llamarlo el Arte Marcial del Alma), veo a mi novia en posiciones «extrañas», nudos humanos imposibles para mi ( pues menos mal que no avanzaba es lo primero que pienso)…ves como chicas y chicos de diversas edades y complexiones, controlan sus cuerpos con precisión , elegancia y Arte, el avanzado y el recién iniciado conviven sin grados, egos o prisas…ves como van/vamos rompiendo límites que un día inconscientemente decidimos imponernos y algo se va moviendo también en el Alma, no hay Misticismos que se impongan, hay experiencias que te atrapan. En clase se respira, la calma tiene un sonido muy particular…se respira Yoga y se respira mucho Arte, vuelvo a ser un novato…y eso me encanta!!!!
Me voy a casa pensando, agotado…un pensamiento taladra mi mente y es que si no soy capaz de levantarme a mi mismo sobre mis brazos, si no soy capaz de soportarme, equilibrarme a mi mismo en posiciones en apariencia básicas: ¿de qué me sirve levantar pesas, de que sirve sentarme en una máquina super-moderna de poleas? Si no soy capaz de torsionar, controlar, equilibrar, relajar o estirar mi cuerpo con eficiencia ( con la edad de las primeras cosas que perdemos es la elasticidad, que influye en casi todo -agilidad, velocidad, calidad de vida…), ¿ de que me sirve tener o buscar un cuerpo «estéticamente bonito», hipertrofiado ( menuda palabreja fea), esculpido a base de trabajo concéntrico específico de fuerza bruta puntual disfuncional? Demasiadas preguntas sin respuesta, demasiado borregismo, demasiada poca conciencia de nosotros mismos.
Nos hemos apartado demasiado de nuestra verdadera naturaleza…no veo animales levantando pesas para estar más en forma, no veo especifidad en sus formas de movimiento, no veo ningún tipo de estética en la búsqueda de la supervivencia. Así que corre, salta, trepa, rueda, lucha ( sobre todo lucha), imita lo que eres: un simio sin pelo y entonces, solo entonces empezarás a tener conciencia de ti en relación a eso que se mueve.
Es lo que queda, es lo que pasa, con el tiempo tendríamos que aprender a caminar despacio para así controlar esto que se nos ha dado, que es perecedero y que encima desde siempre y tradicionalmente ha sido extremadamente demonizado…si hay alguna relación verdaderamente íntima a la que atender conscientemente es a esa que hay entre nosotros y nuestro cuerpo, que al fin no es más ( ni menos) que le vehículo que nos lleva por esta azarosa vida, que mínimo que cuidarlo un poco y aprender a movernos en sintonía con él.
Muy buen post. Antes de venirme de buenos aires, con la excusa de ver mas seguido a una buena amiga me metí en «de rose», un sistema de yoga muy relacionado con ashtanga. Es probablemente de las cosas mas hermosamente dolorosas que haya hecho. Muy buen post. Me gusta mucho tu set de entrenamiento, es super completo.
Ey Santiago que tal…Muchas gracias por tu comentario !!!