Abrir los ojos cada mañana y tener claro, ser plenamente consciente de que aun tengo todo por aprender es quizás uno de los pilares y de las mayores motivaciones que van sustentando mi vida y evitan que por desahogos extraños del destino pare y pierda el rumbo totalmente.
Si hablamos de característica imprescindibles para aprender y continuar creciendo como persona, sin lugar a dudas aconsejaría la humildad y desprenderse del ego. Dejar de lado por un momento lo que creemos saber y alimentarnos de la sabiduría que nos rodea.
Reflexiones Eskrimologicas.
No comparto la idea, muy redicha en el mundo de la filosofía oriental, de “vacía tu copa para que pueda ser llenada” ¿¿cómo vaciar algo que aun no está lleno? En mi aprendizaje la idea de vaciar la copa no tiene lugar, porque lo que viene con nosotros no tiene desperdicio. Aunque no nos guste, forma parte de lo que somos.
La experiencia es tan importante como lo que queda por aprender. El descondicionamiento nos dará puntos de referencia para analizar la evolución personal y reconducir nuestro camino.
Aprendemos de todos y de todo. Necesitamos de imágenes externas de los que absorber información. Concretamente en el mundo de las artes marciales creo fuertemente en la imagen del Maestro. Esa persona que resulta dar claves para abrir algunas puertas que no sabíamos que existieran.
El Maestro.
La imagen del Maestro se ha visto últimamente infravalorada. Cualquiera se proclama hoy día maestro de algo y se siente con la suficiente autoridad para beneficiarse, engrandecer su ego y en muchos casos sus cuentas corrientes, a costa del engaño y la palabrería.
La idea original de un Maestro para mi no es ese alguien que te coge y te adoctrina en su propio camino. Si hay algún sinónimo realmente adecuado para lo que considero un gran maestro es «un Guía».
Un estilo de vida saludable es imprescindible para enfocar la vida hacia la felicidad. Hay muchas cosas que se entrelazan para tal resultado y necesitamos guías que nos ayuden cuando estamos perdidos. Esto considero que es muy diferente a que nos limiten y encasillen.
Palabras sabias.
Ya lo decía krishnamurti: «seguir a un maestro es seguir el camino de otro«. Por eso es tan importante que esta imagen surja desde la idea del descondicionamiento de todo lo que aprendamos.
Aquel que te simplifica el camino para que puedas tú mismo llegar más lejos es realmente el que merece la pena tener cerca.
La idealización es tan mala como infravalorar la sabiduría que se nos intenta transmitir. Una mente crítica, despierta y alerta, será en todo caso un mente dispuesta a aprender y a desarrollar.
Encontrando al Maestro.
Si te encuentras en la vida con un Maestro, aprende de él cuanto puedas. Respétalo si él te respeta. Comparte todo el tiempo que puedas con él. Mantén los sentidos bien abiertos. Sé crítico, no creas todo porque sí.
Esa persona fomentará parte de la energía que te ayudará a ser mejor. El verdadero maestro, es aquel que nunca deja de aprender y que sin saberlo ni pretenderlo, su sabiduría crece sin cesar.
Si te encuentras en la vida con un maestro serás afortunado. Si te conviertes en un Maestro continua buscando, porque aun te queda mucho.
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