Dame ideas no técnicas de Eskrima.

Quiero detenerme un instante más en cómo sin darnos cuenta hay demasiadas cosas que nos limitan por el simple hecho de habernos creído la película de que con poco esfuerzo se logran grandes resultados.

Confiamos demasiado en lo que otros nos cuentan y con mucha torpeza delegamos nuestros asuntos importantes (como el de la protección) en manos de aquellos que predican cual mesías de lo insensato sus historias.

No es que sean siempre malos cuentos, es que son los suyos. Nos convertimos así en caminantes de lo ajeno y nos perdemos con demasiada frecuencia cuando algo nos saca de nuestra zona de confort.

Nuestra mente parece que necesita salir de un bucle para entrar en otro y así sentirse lo suficientemente bien atrapada por técnicas que nos castran al instante. Vamos de verdad en verdad y tiro porque me toca.

La seducción en el mundo de la Eskrima tiene forma de verdad absoluta. Nos encadenamos a pensamientos, formas limitadas de hacer las cosas, y los hacemos el centro de nuestras creencias.

Ser un insensato crónico nos puede costar caro. No es que yo esté en el buen camino, es que voy en la dirección adecuada. ¿Por qué lo sé? Porque me he equivocado muchas veces, he confiado en quien no debía otras tantas, me han pateado el culo en alguna que otra ocasión y sobre todo porque nunca se ha apagado en mi el fuego ese que me empuja a querer seguir aprendiendo, a continuar preguntándome.

Hay señales que marcan la dirección correcta. Como cuando haces el Camino de Santiago. Algunas veces te paras y no sabes donde estás. Te encuentras perdido, buscas en todos lados la flecha que indica el camino y cuando no la encuentras, desesperado miras hacia tus pies. Ahí ha estado todo el rato, justo señalándote a ti mismo. Da mucha risa cuando te das cuenta de lo que ha estado pasando. Buscabas a lo lejos lo que tenías muy cerca.

Las técnicas secretas, el «todos están equivocados menos yo» o el hablar sin saber, encorsetan una realidad que nos escupe a la cara justo cuando más lo necesitamos. Intento transmitir estrategias (ideas), no técnicas que te atrapen. Me gusta el símil de la semilla que germina dentro del estudiante si éste la riega.

La «ciencia» debe ser la  argamasa en el mundo de las Armas. Esta ciencia se fundamenta, se genera, se inicia con una idea, con una pregunta. Si un Eskrimador no se cuestiona a sí mismo de vez en cuando es que no es un Eskrimador.

No hemos nacido para ser marionetas.


José Díaz Jiménez 

Jose

Expect the unexpected...

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