Deja tu Ego en la puerta. Eskrima views.


Así rezaba en la puerta de una de las academias de los Machado ( Brazilian Jiu Jitsu) un slogan que para la mayoría hoy día carece de sentido. Aprender significa desprendernos del ego que en realidad nos atormenta, aprender significa despojarnos de cualquier actitud insana hacia nosotros mismos y por ende hacia los demás que en definitiva son los que nos acompañan en este viaje llamado vida. Como profe de artes marciales, como educador y como ser humano al que le gusta compartir, me encuentro ante situaciones más pertenecientes a la farándula de un circo de malos payasos, que a la realidad de lo que se supone una actitud ante el aprendizaje fructífera, enriquecedora y positiva.

Ser lo suficientemente maduro para despojarnos de nuestras cargas pasadas, lograr así el descondicionamiento, parece ser un asunto complicado, por no decir casi imposible, a la vez que tedioso para la mayoría de los personajes que inundan este mundo tan extensamente saturado y pestilente de sabelotodos maestros liendres       ( de todo saben y de nada entienden, jaajajajajaaj) Tengo mil casos, suelo utilizarlos para instruir a mis nuevos alumnos cuando sin querer, “se ponen nervioso”. Hay algo que nunca entenderé, si vamos a un restaurante de comida Italiana, nos ceñimos a la carta, nos gusta más o menos, elegimos un plato que nos sea atractivo( por el aspecto, por lo que cuesta…) y nos lo intentamos comer disfrutando de la velada…lo que pasa en el mundo de la lucha, en el mundo del deporte, en la vida real, es que aun cuando muchos están en un restaurante italiano ( es tan solo un ejemplo), queremos pedir a la fuerza una tortilla de patatas, porque es lo que nos gusta, es lo que siempre hemos comido y no estamos dispuestos a experimentar nada más…entonces yo le diría: «oiga usted caballero si quiere tortilla de patatas, márchese a un restaurante donde las hagan o a su puñetera casa y déjenos tranquilos con nuestra carta y con los que sí quieren experimentar diferentes opciones». Las preferencias, los gustos condicionados, la comodidad, la falsa seguridad, el miedo, el qué dirán…son elementos que nos limitan el propio crecimiento, cierran nuestra mente, no nos dejarán evolucionar y en un porcentaje muy alto esto supondrá un fuerte topetazo con nuestra realidad. Cada vez que me he enfrentado a un nuevo reto con respecto al aprendizaje, mi principal objetivo ha sido soltar la mochila del ego en la puerta para poder absorber al máximo lo que me puedan ofrecer. Partimos siempre de la base del respeto, porque sí, todos somos dignos de respeto ( hasta que se demuestre lo contrario) y más aun cuando tenemos el coraje de “enfrentarnos” a compartir, enseñar lo poco que sabemos a mostrar nuestro interior, a crecer haciendo crecer a otros. Ser un guerrero significa tener un código de conducta adecuado, yo mismo he ido a muchos cursos, en los que lo más que he aprendido a sido a ver el ridículo masivo de la situación, a sentir vergüenza ajena de lo que estaba ocurriendo delante mía…pero respetuosamente me he mantenido al margen, no he criticado ni de palabra ni de hecho y cuando me he marchado, simplemente he olvidado lo más rápido posible aquel desastre sin mérito alguno…me he reído un rato a solas y he continuado con mi historia…otra diferente…un poco más sabio, un poco más tolerante. Ser un principiante en la vida, un alumno más es muy necesario para la propia evolución y da igual el campo al que nos dediquemos. Es mucho mejor presentarte como un principiante ante el que sabe mucho más que tú, serás mejor valorado y de camino aprenderás mucho más por mantener una actitud más sana, si por contra decides ir de sabelotodo, te demostrarán que no sabes tanto, y definitivamente no aprenderás más que a evidenciar lo inútil que puedes llegar a ser…ser como un niño recién nacido, todo vacío de conocimiento, solo instinto, todo compasión…aprendiendo todo, ilusionándose de todo y con todo !! Claro está la otra cara de la moneda…el que decide probarse a sí mismo de la forma menos adecuada, viene a clase o a cualquier situación de la vida con la escusa de querer aprender y pobre de él, no sabe donde se mete, ni por actitud, ni por humildad…entonces es cuando viene el caso curioso del nerviosismo que antes mencionaba…cuando en una clase estás tranquilamente enseñando y el susodicho de turno decide ponerte/se a prueba…es de las situaciones más feas con respecto a la enseñanza, el típico tópico del subnormal de turno que pretende sabe dios qué, demostrando nadie sabe qué “contra” alguien que no sabe como puede reaccionar. Gracias a mi experiencia con mis Maestros, puedo templarme y avisar no más de tres veces que se relajen…si esto no funciona a la tercera será mi ARMA, mi paciencia, mi experiencia la que hable por mi, solucionando el problema del Ego instantáneamente tras haber “acariciado levemente” algunas herramientas naturales del susodicho personaje, todo vuelve a la calma inmediatamente, las aguas vuelven a su cauce durante un segundo…pero todo continuará igual…si alguien quiere dañarte, si alguien quiere ponerse por delante tuya…partiremos de la base que ya estuvo detrás, que es un pobre delincuente del miedo y que se alimenta de quien lo sufre…así pues, no dejes hueco entre tú y estos señores asociados a lo patético, porque no hay nada que pueda contigo…sólo tú mismo y la afectación de lo que viene de fuera…así pues cambia el punto de mira: » ya no más de fuera adentro…ahora sí de dentro afuera!». En su tiempo fue motivo de frustración ver como a pesar de los pesares de los golpes y heridas en el ego, la gente continua por el camino fácil de la ceguera autoimpuesta. Hoy día, sabiendo que hay batallas que se ganan trocito a trocito, o que simplemente no interesan afrontar, cuando pasa algo así disfruto del momento, me rio mucho y mis armas calman su sed del ego impertinente del que ha osado a molestar su calma aplicada…en la vida, esto es…dar lecciones de humildad a aquel que se acerca queriendo dar lecciones de vino aguado, lecciones de poca monta. Hoy día lo único que pretendo es que la gente descubra cual es el guerrero que llevan dentro a través de que conozcan sus límites a través de la lucha o de afrontar sus miedos. Hoy día lo único que pretendo es que los pocos que son capaces de dejar su Ego en la puerta, sean capaces de crecer por sí mismos, siendo siempre un poquito mejores, aliviando así las cargas pesadas de ese YO, que no nos abandona, porque como siempre decimos, la verdadera lucha es la que uno tiene consigo mismo y yo añado, en esta batalla personal, no hay derrotas, hay aprendizaje y evolución !!!!!

José Díaz Jiménez

Jose

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