Todo tiene un principio y un fin, la evolución va más allá de cualquier discusión medíatica al respecto de como y porqué ocurrieron ciertos aciertos causales y nos llevaron a la situación en la que nos encontramos. No hay crisis, hay un nuevo modelo dicen alguno y al fin…lo que queda, lo que persiste y lo que por naturaleza hacemos es sobrevivir. La supervivencia será un tema muy tratado en nuestro blog, estamos en cierta medida programados para la supervivencia, quien se quita la vida, es evidente que ha sufrido algún tipo de rotura de las barreras que nos vienen dadas.
Muy por encima de todo, adquiriendo la responsabilidad de evolucionar y de continuar el propio camino, pretendo analizar la extinción o futura extinción de ciertos parámetros. La funcionalidad en todos los aspectos viene dada en la propia naturaleza, aquello que no funciona, se adapta, evoluciona o simplemente desaparece…pero los seres humanos nos empecinamos en hacer que cosas que ya no funcionan luzcan como tales. Evidentemente hay muchos motivos, desde los puramente humanistas y muy lógicos a los más absurdos y románticos que terminan por ser en muchos casos cúmulo de peligros propios y ajenos.
Funcionalidad es precisamente esto, que en el momento de necesidad, eso que hemos adquirido ( por cualquiera de los canales posibles) termina siéndonos útiles., definir utilidad con respescto a la supervivencia, no tiene muchos matices. La educación…o EDUCA-ACCIÓN como me gusta llamarla y la madurez son digamos, los pilares de lo que venimos tratando ( supervivencia). Discernir entre lo que funciona y lo que no, pasa por ser un proceso que se asienta en la educación y en la madurez de esta misma, logrando así un resultado positivo y que generará una pulsión evolutiva favorable que nos hará crecer.
Esto lo aplicamos a todos los ámbitos de la vida, en el caso de la Fightlosofía, no solo desde el pensamiento, sino también desde los conceptos ligados a la lucha. Lucha y supervivencia en muchos casos para mi serán palabras sinónimas, la lucha es muy extensa en su significado y sea como sea, la visión de uno y la vida pasa por la de un contante enfrentamiento, cuando no contra el medio, contra el prójimo. Obsolescencia programada porque hay cosas que aun queriendo continuar funcionando, en su origen ya estaba su desaparición, y el caso grave es el que en algunos casos ni lo tenían presente.
La sociedad y sus circunstancias, la “crisis” y sus consecuencias hacen que vivamos en un mundo que en muchos aspectos nos empuja a replantearnos de una forma drástica en ocasiones el modo de vida. Un arte de lucha fundamentado en la supervivencia, siempre nos aportará herramientas de trabajo para continuar caminando. Por supuesto distinguiremos entre dos grandes grupos, los que son guerreros y los que lo pretenden.
Pretender es la sombra de lo que sería la realidad, no esa sombra de la caverna planteada por platón, sino esa sombra desteñida que no hace más que lucir…pero ni tan siquiera por el reflejo de una astro mayor, sino por el halo de mentiras que se convierten en realidad. Estamos en este mundo para ser…para vivir y para evolucionar, sea hacia donde sea que hayamos decidido caminar. Ayudar a otros en el proceso es sin duda lo que llamamos madurez y esa madurez en todo caso, viniendo de cualquier guerrero de verdad, habrá pasado por la superación continua de sus propios miedos, de la resolución de sus batallas perdidas y de sus herramientas perennes ante la adversidad.
Aquello que nació, programado para desaparecer por su esencia, aquello que no tiene sentido aun hoy día que persista dentro de la mentira, terminará desapareciendo sin más opción que el recuerdo romántico y perecedero, daremos paso a lo funcional por encima de lo estético y a la madurez por encima del fanfarroneo que se mueve en el mundo.
José Díaz Jiménez