Eskrima es instinto, alejarnos de éste supone alejarnos de la realidad. La experiencia será el martillo que forje nuestras herramientas.
Eskrima es saber soltar antes de ser arrastrados.
Es una idea recurrente en lo que se refiere a distancia corta y esta locura desorganizada que se desata con violencia y se nos presenta sin avisar.
Suelo insistir mucho en no aferrarnos al arma. Es decir, en nuestras prioridades va a estar muy arriba no perder nuestra «herramienta de trabajo», de ello depende nuestra vida, pero lo que no podemos hacer es ser unos psicópatas de nuestras propias ideas, éstas pueden conducirnos a un desastre asegurado.
Suele ocurrir que en mis clases de Eskrima, durante las sesiones de entrenamiento, sobre todo en distancia corta, los estudiantes incurren en una reacción habitual: bloquear, agarrar o aferrarse al arma contraria como si no hubiese un mañana, pensando que esto les dará cierto tipo de ventaja.
La desventaja táctica viene determinada por varios puntos:
- Hemos detenido la acción ofensiva de nuestra mano no armada (o de ambas manos si el resultado es pérdida o carencia de armas propias).
- Nos anclamos a un punto que puede volverse en nuestra contra (anunciamos donde estamos situados).
- Agarrar no tiene porqué tener que ver con controlar.
- Podemos ser arrastrados (desequilibrados) con mayor facilidad.
- El uso de la fuerza sin control no sirve absolutamente para nada.
- Olvidas priorizar y de esta forma te dejas manipular.
- Suele coincidir el bloqueo del agarre firme con la pérdida de noción de «distancia adecuada»…
- …
Eskrima es saber soltar para controlar:
En distancia corta todo se reduce a supervivencia, sobre todo si enfocamos nuestro trabajo desde la perspectiva de lo que me gusta llamar: «control and pound» (controlar y aporrear).
Debemos tener muy claro que el concepto de controlar es la premisa fundamental cuando hablamos de armas, distancia corta y supervivencia.
No deberíamos aferrarnos con rotundidad ciega a nada, será una de nuestras herramientas claves.
- Controlar, posicionarse y asestar golpes (en lo que incluimos hacernos con nuestra arma, asegurando posicionamiento) para repetir la secuencia es algo que nos salvará la vida.
Cuando comenzamos a entrenar, nuestro instinto dicta agarrar y someter el arma de nuestro adversario por encima de todo porque es lo que principalmente nos está «castigando».
En este impasse estamos olvidando algo fundamental y es el bloqueo al que nosotros mismos nos estamos sometiendo.
Un bloqueo físico y mental nos arrastrará normalmente a posiciones aun más desfavorables y nos empujará al territorio del contrario, por lo que estaremos en clara desventaja, jugando siempre varios pasos por detrás y por lo tanto adoptando una actitud defensiva que se perpetúa y nos pone en peligro.
Eskrima, fluidez y dolor.
Hay que luchar para saber. Hay que estar cerca y agarrar para soltar. Hay que equivocarse y sufrir. Hay que priorizar, controlarse sobre aferrarse.
Es algo que pude entender de forma radicalmente sorprendente en mi entrenamiento con GM John Mac. Entrenar con él en distancia corta es lo más parecido a lo que uno puede imaginar estar dentro de una centrifugadora:
- El instinto dicta agarrar su arma, el castigo roza a veces lo despiadado, el dolor hace que tu cerebro desconecte, de reptilice. Llegados a este punto todo tú eres una mano que busca con desesperación agarrar y detener su arma. Justo en ese momento, que él ha buscado con absoluta grandeza táctica es cuando te somete. Llega la sorpresa, el desconcierto y a veces la sumisión. Siempre vas varios pasos por detrás del momento justo, la acción necesaria.
- Entiendes que si agarras puede que estés totalmente perdido. Así que poco a poco te vas adaptando, tu amígdala empieza a someterse al dictado de la experiencia. Cuando llegas a su arma, agarras, sueltas, golpeas, te posicionas, no te dejas arrastrar y poco a poco todo cambia. El dolor sigue presente, pero de otra forma, él ha conseguido su objetivo, educarte bajo presión.
Eskrima chronicles:
Recuerda, y hazlo tanto en el plano físico como en el psicológico:
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Lo que no sueltas lo cargas, lo que cargas te pesa y lo que te pesa te arrastra.
Comparto un vídeo corto pero muy revelador, me lo llevo al terreno fightlosofico habitual en el que entiendo la vida y la transferencia de la Eskrima, de las armas, la relación con la violencia y la agresividad a la vida misma, suelta el vaso:
Has entrado en un punto que jamás había leído con un desarrollo y explicación perfecta.
Es curioso como funciona la mente bajo estrés, puede llegar al punto de agarrar la hoja de un cuchillo (de entrenamiento), y en fin….agarrar la hoja de un cuchillo es muy gráfico; en el sentido desesperado del cerebro de querer «controlar», haciendo justo lo contrario.
El video brutal.
Gracias José!!!
Al final educarnos en la violencia me parece de vital importancia, como bien dices, bajo estrés la mente juega sus propias cartas…
GRACIAS A TI!