En los últimos tiempos, acentuado en el mundo de la Eskrima y las armas no cabe duda de que la batalla la esta ganando el glamour, aquí una pequeña reflexión al respecto.
Eskrima y glamour frente a efectividad:
«La vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes» decía John Lennon con cierta razón. Tal y como lo veo yo, el asunto va más de que constantemente tenemos que tomar decisiones.
Básicamente debemos elegir entre una opción que suele resultar emocionante y glamorosa frente a una opción pragmática y práctica.
Todo tiene sus consecuencias, no se puede tener todo, siempre que decides seguir un camino, te apartas irremediablemente del otro, con los años uno aprende a que no se puede tener todo, y si lo tienes, es una ilusión que te va a costar asumir.
Todo el tiempo, sobre todo desde nuestra juventud impulsiva, tenemos que elegir entre un coche rápido y potente versus uno seguro y confiable, amigos con los que te sueles salir a divertirte sin límites los fines de semana, frente amigos que siempre te respaldarán sin importar qué.
Eskrima y fightlosofia…
Creo que en Eskrima es un poco similar. Hay muchos elementos emocionantes y divertidos que llaman nuestra atención (lo «tacticool» está de moda) y hay algunos que son extremadamente importantes (las bases) que últimamente no reciben mucha atención.
Probablemente, las áreas de habilidad menos glamorosas de Eskrima sean la repetición constante de las bases, buscar la simplicidad desde el combate, trabajar los desplazamientos, estudiar la forma correcta de golpeo, detectar los ángulos de ataque…
Ningún tipo de trabajo encaminado a desarrollar este tipo de habilidades fundamentales nos hará lucir glamurosos ni espectaculares para nuestros crédulos seguidores, sin embargo, la capacidad para realizar todos los aspectos más espectaculares de Eskrima (si es que los hay más allá de ser efectivos en combate armado) depende completamente de nuestro nivel en las bases.
Eskrima e incompatibilidades
Simplemente no puedes parecer «cool o glamouroso» si durante el combate te mantienen presionado y inmovilizado (física y mentalmente) constantemente.
Plantéate esto cuando estés bicheando vídeos de youtube, o cuando estés en clase haciendo tus drills (no combativos) y luces muy «cool» y te da tiempo hacer «filigranas» con tu arma… te aseguro que te estás dejando engañar fraudulentamente (consentidamente).
Mi consejo es que te olvides de la estética y asegures de dedicar suficiente tiempo en tu entrenamiento a los aspectos menos glamorosos (las bases y la repetición), pero absolutamente cruciales de Eskrima que pueden no ser o parecer emocionantes en sí mismos (es cuestión de perspectiva), pero que hacen posible los aspectos más efectivos del arte.
Honestamente creo la estética es el corredor de la muerte para cualquier arte marcial.
Y todos sabemos donde acaba el corredor de la muerte…
Mil gracias José!!!
Me encanta: «el corredor de la muerte», totalmente de acuerdo contigo, de hecho creo que no hay nada más impresionante que la belleza (no pretendida) del movimiento cuando se expresa con efectividad en combate.
Esto me costó bastante entenderlo (dos años o más). Gracias a Dios dí con el instructor correcto, que ha sido bastante paciente y amable conmigo. Ahora practico las bases y técnicas solo y con compañero, y paso directo a trabajo de sparring. Fuí buscando cobre y encontré oro.
Tu blog también ha ayudado y sigue haciéndolo. Gracias.
Saludos.
Bases y simplicidad, ahí están las claves. Uno honor poder ayudar humildemente desde estas líneas, GRACIAS!