Eskrima y reflexiones sobre «gacelas y leones».

La lucha es lo más parecido a la vida, siempre luchamos por algo. En mi caso Eskrima es el vehículo a través del cual se expresa mi propia Fightlosofia de vida, todo lo veo desde una perspectiva predominantemente combativa.

Reflexiones.

Suelo ser muy autobiográfico, tengo la suerte de que abro los ojos a la vida porque ésta es el mayor de los maestros posibles.

Opiniones a parte.

Cada cual puede hacer con su vida lo que quiera; vestir, tomar alcohol, beber, comer, drogarse… lo que realmente le venga en gana, mientras esa misma libertad no reprima o coarte la de otras personas. Entonces comienza el conflicto.

Una noche cualquiera.

Normalmente cuando regreso a casa, si todo ha ido bien, voy repasando ideas, proyectos… me paro en el escaparate de mi librería de segunda mano preferida (re-read málaga), que casualmente me pilla de camino, todo lo que sea por «volver a la calma».

La ciudad, aunque últimamente bastante menos, debido a la «PLANDEMIA», se ha convertido por desgracia en un ir y venir de «extranjeros« lowcost en su mayoría, que van borrachos (por ser decir algo suave) y con aires de «estoy en el sur de algún sitio«, que no me gusta nada.

Regresando pronto.

Este día, uno cualquiera, de cualquier tipo de noche, regresaba algo más pronto de lo habitual (con el cambio de horarios, cierre a las 01.00 todo es diferente), de repente algo me llamó la atención, unos gritos, que por otro lado son últimamente habituales por esta zona, los «guiris» (lowpersonality) no suelen respetar las normas que en sus propios países observan con especial escrúpulo.

Todo vale en un sitio que te dejan hacer lo que sea y encuentras fiestas públicas o privadas a precios bajos.

La imagen era para contarla y de ahí esta entrada y su reflexión.

Lo primero que me llamó la atención cuando afino la vista es un grupo de «chicos». Sigo afinando y veo a la típica «jovencita», vestida acorde con las fechas (cualquiera) y su convicción de que cualquier cosa vale. Nadie puede discutirle nada. El problema es que hay seres despreciables (HDLGP) que no entienden que aquí ellas son libres y pueden/deben vestir como les venga en gana sin tener porqué ir buscando «guerra» ni dar explicaciones. ¿Estamos todos de acuerdo?

El «problema» es que la «adolescente», en su desfachatez juvenil, les reía las malas formas a los chavales. Imagino que la falta de madurez y exceso de ego (o de educación dado el caso) le jugaba una mala pasada.

Ellos, entendiendo erróneamente que tenían derecho a seguir con la mofa, empezaron a acercarse a ella con una actitud «poco adecuada.» La película seguro que os sonará, puede que se repita millones de veces, con multitud de variables.

La historia.

Lo que convierte en especial la situación es que hay un personaje del que aun no os he hablado. La chica caminaba con la que podía ser su abuela. La cara de miedo de aquella señora agarrando inmediatamente la mano de su nieta era «digna de retratar».

Os aseguro que pocas veces he visto tanto miedo . Los tipos se acercaban cada vez más «agresivos», animados por un instinto sin limitaciones (ni adaptaciones) culturales y sin importarles absolutamente más nada que la pura diversión del momento. Ella, la chica, imagino que despertó a la «realidad de ese momento» al sentir el fuerte tirón de la mano que le daba su «abuela.»

Creo que ella no era consciente de la «metedura de pata» hasta ese justo instante. Un pinchazo incisivo inmediatamente apretó mi estómago. Todo esto ocurría a pocos metros de mi y en breve me cruzaría con la estampa.

En ese momento la mirada de la señora se cruzó con la mía, estábamos a pocos pasos. No sé decir lo que expresaban esos ojos. Mi cara de «hijo de la gran puta» con la que suelo andar por la calle se agudizó un poco más al mirar a los «niñatos», sin más (ni menos) intención que reflejar el asco que me dan esta «escoria», sin más (ni menos) que mostrar lo gustoso que les mostraba educación a base de palos (ejemplo claro de eskrimador).

Por propia seguridad eché mano a mi arma (cualquiera de ellas, o quizás no llevaba armas… el misterio forma parte del juego), no la enseño, pero muestro el gesto claro de «tengo ayuda»… no sabes qué va a pasar.

Hay un callejón muy cerca, se cruzan conmigo, mantenemos las distancias, lo niños entienden que mi cara no es la de dar las buenas noches… quizás una combinación de muchas cosas, aliñados con la «causalidad» y mi suerte (protección divina), hacen que los tipos se callen, dejan de reírse, se empujan uno a otro y se desvían por el callejón justo unos metros antes de topar conmigo.

La actitud es importante, no tengo ningún tipo de duda, la clave es evitar conflictos mediante una clara actitud de «agresión no violenta, no física». A todo esto deduzco que me han reconocido de los años de trabajo en «la puerta» (voy de negro, mi aspecto es fácil de identificar), creo recordar al más bajito, suelen merodear a los extranjeros y amenazarlos para robarles.

Yo no soy nadie, no me creo nadie, soy mayor para tanta fanfarronería… ni tan siquiera siento la necesidad de ayudar a nadie que no sea muy cercano a mi. La vida me ha enseñado a no meterme donde no me llaman.

El caso es que simplemente me molestaba la actitud de estos personajes y el bochorno que sentía la señora mayor, esta es la pieza clave del puzzle.

Sintiéndose aparentemente un poco menos atemorizada, la «abuela» ralentizó el paso, miró a su nieta con cara de preocupación, miedo, enfado y le dio un tirón de la camiseta tapando lo que a pesar de tener nombre de pantalón deja de serlo a partir de cierta altura.

Miró de reojo hacia donde yo caminaba, yo cruzaba ya la calle para mantener mis distancias, y dar un rodeo antes de llegar a casa, nunca se sabe (pueden seguirte, no habría sido la primera vez…), la prevención es evitar conflictos.

La mentalidad de Eskrima de «Larga mano» ayuda siempre. Siempre hay que tenerla presente.

Sobre gacelas y leones…

Uno de mis Mentores, Javier Arrieta, me dijo hace muchos años algo que me hizo virar en muchos aspectos:

  • «Jose no basta con ser fuerte, hay que parecerlo».

Parecer fuerte puede significar muchas cosas (y no siempre tiene que ir relacionado con ser un tipo grande y musculado), si tu mirada despide fuego en vez de miedo, creedme, os posicionará en un estado cercano más al de un depredador y os alejará de la posición «víctima».

Reflexiono sobre lo fácil que es confundir la delgada línea que existe entre libertad y temeridad, o exceso de confianzas e inconsciencia.

Vivimos en el mundo que vivimos, una Matrix que quizás no te guste pero que de momento, aquí y ahora, es como es, así de absurdo, cruel y detestable, nada que ver con buenismos absurdos y cantinelas de abraza farolas deleznables.
Es el eterno ejemplo de las gacelas y los leones.

Las gacelas conviven con leones, comparten geografía. Éstas, para poder moverse con cierta libertad deben evitar la zona donde se asientan los leones. Es una cuestión de lógica y supervivencia.

Caminan en contra del viento para no ser detectadas (olor), dan rodeos de kilómetros para no toparse de frente con sus cazadores, se esconden en la maleza para no pasar por donde hay peligro, saben a ciencia cierta que pueden ser devoradas y esto va en contra de su instinto básico de supervivencia.

Hoy en día esta actitud se nos ha olvidado. Las chicas, lo chicos, los jóvenes y mayores olvidaron que en el mundo real, somos gacelas y los malos son los leones. Esto es importante tenerlo claro. Vuestro ego de machos alfa seguro que ahora se remueve en la silla, pero lo veo todos los días (noches) y os habéis creído aquello de la manada de lobos y demás. He visto llorar como un niño pequeño al más bocón de todos al primer guantazo y escupir sangre o abrir cabezas a botellazos a la chica con apariencia más inofensiva del lugar…

Siento desilusionaros, en un porcentaje demasiado alto, por las comodidades que te da el simple hecho de estar leyendo este blog, en la tranquilidad de tu casa o desde tu celular, en definitiva por tu forma de vida asegurada, eres una gacela, inteligente, pero susceptible de ser cazada por los malos, lo leones.

Despierta a esa realidad porque ser conscientes de esto será lo que te empuje a entrenar con más seriedad y empeño.

¿Me vais a decir que las gacelas son más inteligentes que las personas? Sería triste.

«Gracias a dios» tenemos una herramienta brutal, la Eskrima (o las artes marciales) que logran transformar gacelas en poderosos leones cuando la vida quiera enseñarnos los dientes…

Luchar por tus libertades (pero acepta las consecuencias).

Hay muchas maneras de luchar por los derechos, muchas maneras de defender tus libertades.

Hay tres cosas que debes tener muy presente porque se van a volver en tu contra:
  1. Ten presente que siempre habrá gente que no va a estar de acuerdo contigo y actuará en consecuencia a sus creencias. No te queda más que actuar y aceptar las «no reglas» del juego.
  2. Esas libertades en las que tú crees y defiendes a ultranza, no pueden/deben limitar la «libertad» de otras personas. En caso contrario que no te extrañen las reacciones hostiles. Una vez más, actúa en consecuencia,.
  3. Bien y mal están continuamente fluctuando. Todos creen estar haciendo el bien, todos creen estar haciendo algo lícito para su causa, sea la que sea. Despierta al mundo, vive como quieras aceptando las consecuencias de ello y que ésto no afecte a los que te rodean, menos aun si son personas queridas.

Jose Díaz Jiménez

Jose

Expect the unexpected...

4 comentarios

  1. «Vuestro ego de machos alfa seguro que ahora se remueve en la silla».

    Efectivamente José, has conseguido que me remueva en la silla en la que estoy sentado (un saco de arena en mi caso), pero me he removido de gusto y placer 🙂

    La historia y el artículo transmiten seguridad y violencia, con luces y sombras…Eskrima en estado puro.

    Magistral.

    GRACIAS !!!

  2. Muy muy buena entrada. Gracias.

    Yo, en lo personal, jamás me meto en problemas ajenos en la calle. Uno siempre quiere ayudar y puede salir con las tablas en la cabeza… por no decir el cementerio. Por ahí puse un breve texto en instagram (eskrima_kombat_uruguay), acerca de que la mejor pelea es la que se evita y ofrezco una breve explicación. Más nada.

    No me gasto más en explicar esto que comentas en la entrada, la gente solía responderme con sus «buenismos» e historias de «amor fraternal incondicional». Lo impresionante es que son víctimas de un hecho de violencia (robo, golpizas, etc) y siguen en lo mismo… o como si nada. Yo entendí que no puedo cambiarlos, y al entender eso las ganas de cambiarlos desaparecieron.

    Sí, creo que hay gacelas más inteligentes que muchas personas. No, no estoy siendo irónico.

    Yo solo veo videos de conflictos violentos en la calle y eso me reafirma lo que arriba te comento y me motiva a entrenar más duro… it’s magic!

    De nuevo, gracias totales por la entrada.

    • Gracias a tí por el comentario, la realidad de la calle en cuestión de agresiones es totalmente despreciable, pero hay que hacer frente a ella con entereza y la suficiente práctica, ahí no hay hueco a la mentira. Un abrazo.

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