¿Estancado y sin progresar en Eskrima?

Si te digo que el camino es largo entenderás que en Eskrima hay altos y bajos. Empecemos a aceptar que ésto es parte del proceso de crecimiento.

Creciendo.

Se crece poco a poco. En esto de la Eskrima y la defensa personal las prisas no suelen ser buenas consejeras.

No conozco nada que se alcance lo suficientemente rápido y que tenga una garantía suficiente como para ser fiable al 100%.

Todos nos hemos sentido estancados alguna vez en nuestro camino. Si nunca te has sentido así, estoy seguro que es porque no has entrenado lo suficiente o no le has dedicado el tiempo suficiente.

Si hablamos de Eskrima y por lo tanto de «armas y simplicidad«, estos momentos de estancamiento habrán sido bastante intensos ya que en esto de la realidad, son muchas las barreras, los fantasmas (propios y ajenos) y los tópicos que debemos ir derrumbando.

Desarrollo y simplicidad.

Todo desarrollo que suponga simplicidad, es decir; eliminar toda la basura sobrante, va a suponer un esfuerzo intenso de desprendimiento que nos va a desarmar sin piedad.

Las resistencias naturales, físicas y mentales, que nos vamos a ir encontrando irán poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación.

Cuando «crees no crecer» es cuando más lo estás haciendo.

En estas circunstancias y a modo de «bálsamo para el alma«, recuerdo aquello de «cómo crece el bambú». Durante mucho tiempo no crece hacia arriba, va desarrollando y extendiendo sus raíces más allá de lo que uno pueda percibir, para así tener una base sólida sobre la que crecer y poder ascender.

Esta es la idea que pretendo infundir a mis estudiantes:

«Cuando crees no evolucionar, cuando te sientes estancado y/o limitado, cuando no sabes en qué dirección vas… en realidad debes sentir que estás extendiendo tus raíces, para luego (y si esa es tu decisión, intransferible y personal) volver a crecer con mucha más base, más fuerte, más sabio.»

Ahí está la prueba, ahí está aquello que suelo repetir de «Eskrima no es para todo el mundo», en ningún caso me refiero a una discriminación ajena y/o circunstancial, sino por una decisión propia de abandono del arte…

Cómo crecer.

Crecer en Eskrima resulta ser un proceso «simple, pero nada fácil».

¿Cómo lo hago yo? No desistiendo. Las barreras están para ser sorteadas, de nosotros depende la forma en la que lo hagamos, todos tenemos nuestro procesos abiertos.

Seguir caminando significa poner un pie detrás del otro, uno cada vez, sin prisa pero sin pausa llegando así a creer que verdaderamente todo llega.

Son pequeñas conquistas que van sumando para al fin reconocer que tenemos un imperio de posibilidades.

Son procesos naturales. Después de caminar duro, de sortear baches y problemas varios (lesiones, desganas, circunstancias familiares…), hay que sentarse, descansar, disfrutar del momento (no hacer nada a veces es hacer mucho) y observar la situación con una perspectiva diferente (a mi me ayuda viajar, da igual donde sea).

Una vez estés en ese sitio estanco (recuerda que lo que se estanca se pudre), deberías buscar algo que te saque de tu zona de confort, (te llevará un tiempo), algo que  te empuje para reiniciar la marcha.

Es importante buscar apoyos, personas o actividades que nos den ese empujón que necesitamos.

El caso es dar ese pequeño paso que te lleve a un lugar más allá de donde estuviste antes, es tu decisión porque es tu camino.

«Sin prisa, pero sin pausa.»

Ese es uno de mis «mantras» preferidos. Me lo repito hasta la saciedad cuando siento que algo no marcha bien.

Volver a las bases, en mi caso concreto, es un muy buen remedio para mejorar ciertos aspectos técnicos.

Reconozco que mirar hacia atrás, me ha llevado a salir de la rutina, llegando a crecer en una dirección que no tenía ni tan siquiera prevista inicialmente.

Llevar mucho tiempo practicando un mismo arte marcial hace que se planteen nuevas y constantes interrogantes, sobre todo cuando tu camino es el de la simplicidad.

Es curioso, más tiempo llevas en la misma práctica, más dudas te acucian.

Crecer es tener constancia. La confianza en ti mismo se va a ir forjando con la madurez que te va a ir dando haber estado en mil batallas que ahora forman parte de tu biografía guerrera.

Terminando.

Como de costumbre en este tipo de entradas «fightlosoficas», termino con una frase, de autor desconocido, y que es la clave de esto que vengo hoy desarrollando:

«Todo el mundo crece, pero no todos maduran».

Jose Díaz Jiménez

Jose

Expect the unexpected...

2 comentarios

  1. Es un problema común (o quizá el gran problema), sobretodo en los primeros años de entrenamiento y estudio.
    Parafraseando a mi amigo Antonio Leyva (Taichichuan): «Por muy bien que plantes un árbol, regándolo y cuidándolo, el árbol crece a su ritmo.»

    Gracias José.

    • Totalmente, el árbol incluso puede que, dependiendo del ambiente (hostilidades), crezca más o menos «buscando la luz», gran cosa ésta.
      Gracias a ti.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.