Hoy quiero hacer un pequeño homenaje al GM Richard Bustillo. Para Orihinal Eskrima es importante no perder de vista la propia historia, las influencias y las experiencias vividas.
Puedo viajar hacia atrás en el tiempo y de repente encontrarme que hace unos 23 años conocí por primera vez a un alumno original de Bruce Lee.
Recordaré toda mi vida la sensación de nervios y la impresión de verlo por primera vez.
Orihinal Eskrima aun no existía, no sabía qué me depararía el futuro.
Aquello, desde la perspectiva de un joven con todo por vivir, me parecía algo muy importante.
Juventud y asombro.
Allí estaba yo, asombrado con la simple idea de aprender de alguien que conoció y entrenó con el mítico Bruce Lee en persona.
En aquellos momentos el «JKD», incluido el Kali eran mi pasión (desbocada), no había elección.
GM Richard Bustillo era toda una eminencia dentro del mundo de las artes marciales en los asuntos más internacionales que yo pudiera llegar a imaginar. Para mi, en aquellos momentos, era lo más parecido a una super estrella y estaba a punto de conocerlo.
Era tanta la repercusión para un chaval de 17 años que recuerdo cómo después de aquel seminario mi padre sacó en grande la foto que me hice con el Maestro Bustillo.
No sé por donde andará hoy día, cuando la encuentre la compartiré sin duda alguna.
Cuando lo vi entrar en la sala, me pareció alguien cercano y seguro de si mismo. La experiencia fue genial aunque si os soy sincero, estuve más tiempo atento al traductor que a cualquier otra cosa. Mi inglés era realmente malo por aquel entonces .
Grandes historias, diferentes artes.
Me pareció que poseía un basto conocimiento en diferentes artes marciales. Sus rasgos físicos me parecían curiosos y las historias que contaba de su experiencia entrenado con el mismísimo Bruce Lee me parecían bestiales.
Hablaba de los Machado y de como entrenaban aplicando el arte suave. Por aquel entonces a las MMA aun se las llamaba «Vale Tudo» y el BJJ no era tan conocido como ahora.
El Maestro nos seguía contando historias que a mi me hacían soñar despierto. Era amigo, maestro y compañero de grandes leyendas que yo ni imaginaba poder conocer. Tenía claro que ese era mi mundo, el mundo al que quería pertenecer.
Hablaba de Maestros Filipinos, de sus viajes a las islas y de un tal Manong Cacoy Cañete. Eran grandes amigos. De una u otra manera, me guste más o menos (no es el momento de hablar de ello), Mr Bustillo fue un gran impulsor del estilo inconfundible de Cacoy Doce Pares.
Cosas del destino, SGM Cacoy Cañete, a través de GM John Mac, se volvería toda una referencia para mi camino dentro de la Eskrima.
Todo aquello era muy de verdad y me encantaba ser el más joven de todos los asistentes. Eso me garantizaba un extra de atención, aunque no entendiera nada de lo que me dijera. «Ok, i like it, good job«, me enteré en esos momentos que era sinónimo de que le molaba cómo lo hacía.
Designios del destino. Mis raíces.
Como digo, fue mi primer seminario con alguien de este calibre. Y aunque luego vinieron algunos otros, el primero, siendo yo tan joven y con tanto aun por recorrer, marcó un hito difícil de superar.
Es lo que me fascina de la filosofía de «connecting the dots». Bustillo fue uno de los primeros instructores en diversas artes de los que luego serían mis verdaderos Maestros. Javier Arrieta en vanguardia por amistad (es mi mentor dentro de las Artes Marciales) fue quien precisamente movió esa energía hacia mi ciudad natal.
La Historia se remonta a muy atrás, cuando un antiguo compañero de entreno visitó L.A durante unos meses. Dio con sus huesos en la IMB y conoció a Arrieta. Éste vino a Málaga, se enamoró de nuestra ciudad y eso fue la simiente de una gran amistad que dura ya varias décadas. El resto forma parte de mis raíces como artista marcial, Eskrimador y persona.
Gracias a Javier conocí a mi Maestro Ramón Rubia. Gracias a él viajé por primera vez a L.A. Gracias a él en muchos aspectos soy como soy hoy día.
Su historia se entrelaza con la de Bustillo a pesar de que en algunos puntos se vieron separados. Él se hizo en la IMB y luego trascendió aquella experiencia. Mostró por todo el mundo las artes que allí se practicaban. Peleó y enseñó.
Al fin de cuentas, mis Maestros más influyentes fueron en su día y en su mayoría instructores de la IMB Academy. Sí, cosas de la vida.
Gracias a Mr. Bustillo, Magtutudlo Ramon Rubia viajó a Cebu, conoció así a la que luego sería su mujer, Eva Cañete y empezó su propia andadura en el arte de la Eskrima más antigua.
Esto sin duda supuso un punto de inflexión para el mundo de la Eskrima que yo conozco.
Si piensas en la maquinaria de la vida, lo íntimamente relacionado que está todo, no dejarás de sorprenderte jamás.

Magtutudlo Ramon Rubia, Eva Cañete-Rubia y Richard Bustillo. (Image property of Ramon Rubia published in FB).
Historias y despedidas.
El tiempo vuela. Hace nada un amigo me decía que Richard Bustillo estaba muy enfermo. Esto fue el 29 de Marzo de este año, 2017. A las pocas horas, casi antes de que se anunciara en las redes, me confirmaban que había fallecido.
Acto seguido le mandé un mensaje a mi Maestro Ramon, y a Javier… sabía que en algún modo les afectaría. Nadie lo esperaba.
Lo cierto es que los recuerdos hacen acto de presencia en estos momentos, miras a tu ombligo y la sensación de impermanencia se hace muy latente.
Algunos planes que teníamos también llegaban a su fin. La situación de Cacoy Doce Pares Eskrima nos parecía algo caótica, se nos ocurrió la opción de buscar apoyo. GM John Mac necesita de nuestra ayuda y Richard Bustillo era una de las opciones más fiables.
Aunque esto significara «bajarse del burro» en muchos aspectos, mi Maestro Ramon Rubia estaba dispuesto a ello. Una vez más deja claro el tipo de persona que es.
Segundas partes.
Hubo una segunda vez que vi a Mr. Bustillo. Yo ya había viajado a L.A, ya había descubierto la Eskrima con mi Maestro Ramon.
A estas alturas ya tenía más que claro que no me interesaba nada de lo que tuviera que ver con el JKD, menos aun con Kali.
Tenía a mi pequeño grupo al que enseñaba lo poco que conocía y me encontraba cómodo descubriendo constantemente lo poco que realmente sabía.
Era un poco iluso. De aquel Jose queda muy poco, por no decir nada. Todo cambia y eso es bueno. Al menos eso quiero creer.
No recuerdo cuando, pero sí que fue hace mucho. Ramon y Javier me dijeron que Bustillo venía otra vez a Málaga (era la segunda vez si no recuerdo mal). Me pidieron, así como quien no quiere la cosa, que me llegara para ver que se cocía por aquellos derroteros.
A esas alturas existían cierto tipo de diferencias «administrativas» entre ellos. Un grupo de grandísimos instructores y mejores personas habían decidido independizarse de la IMB y habían creado la I.S.A (International Self-defense Allinace) Academy. De quien yo formaba parte. Ellos me habían certificado para empezar a enseñar (casi en contra de mi voluntad).
En principio no me agradó la idea. Aun así, dentro de mi tenía muchas ganas de tratar una vez más con aquel Gran Maestro.
Yo, fuera de todo tipo de políticas absurdas, me he sentido siempre libre e independiente para continuar caminando por mi mismo. Así que al fin decidí ir a visitarlo.
Mi Eskrima en aquellos momentos había mejorado mucho, suena pedante, pero es así y dentro de mi juventud, de alguna manera quería ver si él podría aun enseñarme algo. Pretenciosamente joven e impulsivo, lo sé.
Seminarios que dejan huella.
Como todo seminario que se precie, el trabajo fue muy básico. Recuerdo algunas cosas. Tuve el honor de que el Maestro se fijara en mi y que me pidiera asistirlo en el seminario.
Sé de sobra que aquello no sentó muy bien a algunos de los asistentes, sinceramente me importaba un pimiento. Yo en todo momento tenía claro qué hacía allí.
Yo era de los pocos que venían de fuera del grupo y los intereses, politiqueos y farándula varia que por allí se movían me tenían muy sin cuidado.
Mi destreza era la suficiente para ayudar al maestro. En un pequeño descanso que hicimos se me acercó y empezó a hablar conmigo. Me preguntó donde había aprendido Eskrima.
Aquello fue muy interesante, vi que era el momento oportuno para decirle, super orgulloso, que mi Maestro era a alguien que él conocía muy bien:
– «Mr Ramon Rubia» – le dije.
A pesar de las diferencias que había entre ambos en aquellos momentos, le gustó la idea y me invitó, muy cordial a que la próxima visita a L.A me llegase a visitar la IMB. Podía plantearme así ser instructor con ellos, una de las mejores academias del mundo. Aquello evidentemente nunca pasó.
Todo me resultó un poco subrrealista en aquel seminario. Yo estaba ya envenenado con la Eskrima de verdad y ver con otros ojos todo lo que allí estaba pasando me gustaba en exceso.
Era la confirmación de muchas cuestiones que uno mismo se hacía.
Leyenda incuestionables.
Bustillo me seguía pareciendo todo un referente. Conocía muy bien el Boxeo. Era un grandísimo comunicador y muy afable. Explicaba con detalle y no escatimaba en repeticiones y demostraciones.
Todo lo demás no importa. En esto se basa el respeto de alguien que ha dedicado toda su vida a las Artes Marciales. E
es mi tributo y mi recuerdo. Me enfadan las políticas y las habladurías una vez la persona ha desaparecido.
Siempre pasa, puedes no estar de acuerdo con algún proceder, pero eso ya no tiene sentido.
Esto es importante: Si tienes algo que decir, antes piensa en la trayectoria del Maestro al que estás criticando, sus esfuerzos, luego piensa en tu camino y luego calla si no tienes algo bueno que decir. RESPETO.
Era toda una leyenda viva. Me apena que desaparezcan tan súbitamente personas que en un momento dado y por diferentes caminos hayan supuesto una impresión positiva y una experiencia formidable en mi camino. Esto me hace sentir un poco mayor.
Recordaré para siempre algo que dijo en una de sus tantas historias.
Era un gran amante de las Harley Davidson. Y haciendo alusión a la dedicación y a la vida misma nos aconsejaba con esa sonrisa exótica que imagino todo hawaiiano que se precie posee:
«Buscad algo que de vez en cuando os distraiga del mundo de las artes marciales. Será muy positivo para vuestra progresión. Haced otras cosas. Yo viajo en mi Harley».
Descanse en paz maestro. Que tenga un buen viaje.
2 comentarios