El movimiento tiene mucho sentido en relación a la práctica científica de la Eskrima, lo defino como la «Eskrimología» básica o #Eskrimovement.
Eskrima, eskrimología.
Si observamos los tipos de entrenamientos que se ponen últimamente de moda, veremos que no tardan en convertirse en productos sistemáticos que encasillan y aglutinan el movimiento bajo la etiqueta de lo funcional.
Estoy convencido de que «lo que funciona» es buscar y completar el puzzle que lleva dibujado nuestro nombre. Este proceso requiere un largo camino de experimentación, salir de la zona de confort constantemente y redescubrir nuestras limitaciones.
El entreno adecuado considero que se acerca mucho más a la antigua idea de la sesión privada con el Maestro, que a la masificación a la que conduce, por poner un ejemplo, el «You tube Chuan» (término que he aprendido y «acuñado» por el Maestro de Kung Fu Francisco Soriano de la Academia Fluxus).
No quiero volver a soltar el discurso de lo que significa para mi el mestizaje entre las artes, la diferencia que hay entre transferencias e interferencias o entre los conceptos de fusión y confusión.
El movimiento no tiene nombre, no puede ser encasillado o encorsetado.
La libertad que esta mentalidad confiere se limitará a las ganas de «experiencia personal» que tenga el individuo.
En este proceso, donde soltamos todo el lastre innecesario, podemos descubrir una vez más nuestro propio cuerpo, nuestro sentido del espacio y la relación que tenemos con nuestros sentidos. Los estilos que buscan el movimiento como pilar sustentante, trascienden las formas y se convierten en herramientas a nuestro servicio y nos llevarán más allá de lo que nuestros límites actuales nos imponen.
Entrenando en clase.
En mis clases busco fomentar la paradoja de «la ruptura con uno mismo» (a veces a varazos en la cabeza 😉 ). Los paradigmas más insanos son las creencias rígidas que vamos acumulando.
Eskrima es experiencia y como tal debe ser capaz de trascendernos a nosotros mismos en cada sesión. En el apartado físico encuentro interesante centrar toda nuestra «alma» en el movimiento.
Veía hace poco una entrevista que le hicieron a Ido Portal, uno de los nuevos «Gurus» del movimiento, en un momento de la charla que mantiene con su interlocutor hace alusión al hecho de que la gente suele criticar el volumen de entrenamiento al que él mismo se somete (pasa todo el día explorando, trabajando …), él respondía de forma magistral a la cuestión:
«Prefiero asumir las consecuencias de un «exceso de entrenamiento» que de un «exceso de sedentarismo».
Sin duda alguna interesante cuestión sobre la que reflexionar, un gran camino que explorar.
Trabajo de Eskrima centrado en el movimiento.
Aquí una pequeña muestra de lo que trabajamos en clase, gracias a todos por dejaros experimentar, por venir, sudar, sufrir y caminar (a veces doblados por las exigencias y el cansancio acumulado):
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