La historia es una de esas cosas que de pequeño casi todo el mundo aborrece, quizás sea por cómo nos la cuentan. Con la edad uno se interesa un poco más por ciertos aspectos educativos, en mi caso este es uno de ellos. Me gusta saber de donde venimos, para vislumbrar, en la medida de lo posible, hacia donde vamos.
Mientras limpiaba mis libros (reconozco que lo hago muy de tarde en tarde), Macarena me leía una noticia publicada en algún periódico digital que hablaba de un Malagueño navegante que fue en realidad quien le dio nombre a las Filipinas (Felipe II, en aquella época aun príncipe). En un principio no me creí mucho aquello, sobre todo porque decía haber dado el nombre de Málaga a alguna parte de Mindanao. Ya sabemos de qué va esto del noveleo y la farándula, pero la curiosidad me tenía en vilo y me puse a investigar.
En España somos muy dados a olvidar nuestra historia, nos avergonzamos de un pasado que aunque no nos guste, es parte de lo que somos, fuimos y seremos. Resulta que es una historia interesante la de este Malagueño y más allá de nacionalidades insulsas, os cuento esta aventura como ya hice con el gran Miguel López de Legazpi.
Ruy López de Villalobos (Nacido en Málaga, España, 1500 – Isla Ambon, 1544) fue un hidalgo y marino español que exploró las islas del pacífico, llegó a las islas Filipinas y trató, de colonizarlas. Es conocido porque fue su expedición la que dio nombre a esas islas como «Filipinas» en honor de Felipe II de España.
Al mando de 7 naves, la mayor de ellas de unas 150 toneladas y la menor de 50, y como tripulantes a 400 españoles, además de otro tanto de indígenas mexicanos. Eran cuatro navíos mayores, un bergantín y una goleta: Santiago, Jorge, San Antonio, San Cristóbal (pilotada por Ginés de Mafra), San Martín y San Juan de Letrán (al mando de Bernardo de la Torre). Villalobos sale el 1 de noviembre de 1542 del puerto de Navidad en (Jalisco / México), la empresa fue encomendada por el entonces primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza y Pacheco, la idea: encabezar una expedición hacia las Islas del Poniente (Indias Orientales) en busca de nuevas rutas comerciales.
El 25 de diciembre, la flota se dirigió hacia las actuales islas de Revillagigedo, frente a la costa oeste de México. Al día siguiente redescubrieron un grupo de islas situadas a 9° o 10° N al que llamaron Corrales, y anclaron en una de estas islas, a la que le pusieron por nombre La Anublada (hoy San Benedicto).
Entre el 6 y el 23 enero de 1543, el galeón San Cristóbal, pilotado por Ginés de Mafra, se separó de la flota durante una fuerte tormenta. Lo dieron por hundido pero en realidad llegaron a la isla de Mazaua, donde ya había anclado Magallanes en 1521. Esta fue la segunda visita de Mafra a las Filipinas, que se identifica hoy como Limasawa en la sureña isla de Leyte.
El 29 de febrero entraron en bahía Baganga, a la que llamaron Málaga, en la costa oriental de la isla de Mindanao. La flota permaneció allí durante 32 días, la tripulación sufría hambre. Ordenó a sus hombres sembrar maíz, pero fracasó. El galeón San Cristóbal, apareció inesperadamente con una carga de arroz y otros alimentos. El 4 de agosto, el San Juan y el San Cristóbal fueron enviados de vuelta a las islas de Leyte y Samar para obtener más alimentos. Un contingente portugués llegó el 7 de agosto y les entregó una carta de Jorge de Castro, gobernador de la Molucas, exigiendo una explicación para la presencia de la flota en territorio portugués. López de Villalobos respondió que no estaban invadiendo, y se encontraban dentro de la línea de demarcación de la Corona de Castilla.
Hay más gestas importantes que resaltar de este gran y olvidado marino Malagueño: durante su navegación por el Pacífico descubrió unas islas que él bautizó con el nombre de ‘Islas del Rey’ y que algunos historiadores identifican con las actuales islas Hawai. Por lo tanto, estas tierras que los anglosajones afirman que descubrió el capitán Cook en 1778, fueron halladas por los españoles 235 años antes. Así lo confirma el hecho de que ya figuraba este archipiélago en un gran número de cartas marinas rubricadas por cartógrafos españoles, lusitanos, holandeses, italianos y franceses -la primera de ellas fechada en 1555 y la última en la segunda mitad del siglo XVII-.
Fuentes Wikipedia y otros.
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