Coger atajos no siempre es lo más positivo.
Eskrima y la lucha como ejemplos.
Poniendo una vez más la lucha como ejemplo, no hay cosa que se aprenda rápido, no hay golpe que se aprenda a defender sin antes haber sido “victima” de él, no hay técnica que se perfeccione con la prisa, y al final no hay lección mejor aprendida que la que haya sido trabajada desde la constancia, con trabajo duro y tras un largo recorrido de interiorización.
Sin duda a todos nos atrae la idea de llegar pronto, de estar antes ahí donde queramos llegar, nos atrae la idea de acortar distancias,de nuevo la idea de pillar atajos, pero sin duda, no es lo mismo hacer un trayecto andando, lentamente, pudiendo observar la belleza del paisaje, a hacerlo a toda prisa en cualquier tipo de vehículo donde los sentido estarán más centrados en la propia conducción que en el camino.
La marcha acelerada de la vida, el empuje frenético de esta sociedad, hace que los sentidos estén volcados en la rápida conducción sorteando obstáculos y dificultades constantemente, haciendo que el trayecto carezca de todo atractivo y tan solo nos pre-ocupe la meta a alcanzar…perdiendo en consecuencia la belleza del paisaje por el que vamos transitando.
En estos tiempos que corren, pensar en el pasado, en lo que tuvimos,en lo que fuimos comienza a dejar de tener sentido, todo apunta a que aquello no volverá…sin duda será un algo muy diferente. En estos tiempos que corren pensar en el futuro, se vuelve una ardua tarea, sí , claro, porque al menos para mi…por más que mire hacia el futuro, el horizonte parece no aparece, no termina de vislumbrarse,cabe pues la idea de tener que reinventarnos, en definitiva evolucionar.
En estos tiempos que corren, parece que coger atajos no ha dado resultado del todo, esto dejó de funcionar cuando nos abandonamos a la ensoñación de un mundo perfecto en el que podíamos tenerlo todo, con el mínimo esfuerzo, un mundo en el que podías vivir por encima de lo que lógicamente podías soportar, pero que no pasaba nada ya que nos hicieron creer que el estado de bienestar, que la felicidad podías comprarla y así una vez más, acortar el camino…y así nos va.
El proceso de aprendizaje ante la batalla que se nos ha avecinado pasará por comenzar a mantener una mente abierta y unos ojos bien alerta. Reinventarnos significa dar una paso al frente desde la creatividad, que sin duda será la gran revolución en toda la existencia…y si no observar la infinita creatividad y belleza de la naturaleza en sus miles de formas y estructuras con respecto a la supervivencia.
Así, parece ser que la vida, la que nos ha tocado vivir a los seres mortales de a pie, se está empeñando más que nunca en que nos concentremos en aprender de nuestro presente, no hay otra, porque si a algo venimos a este mundo, como bien dice mi “oráculo” es a aprender, ya de nosotros depende cuanto, como y el grado de afectación…eso sí, sin prisas por favor, o ¿a caso eres capaz de correr sobre unos patines al segundo siguiente de aprender a mantenerte en equilibrio? Una vez más, aprender corriendo será «crónica de una muerte anunciada».
Justo ahora, ahí sentado delante del ordenador, haces lo que todos tendríamos que hacer varias veces al día, estar concentrados en el presente, en este preciso instante, concentrándote en tu respiración, sintiendo como estás frente a tu ordenador, aprendiendo de ti mismo a través de todo lo que te rodea, los sentidos puestos en un objetivo.
Siente tu propio cuerpo, tu postura, el cuello, la espalda…esto requiere tiempo, constancia y cuando se trata de uno mismo incluso algo de tolerancia, tenemos todo el tiempo del mundo ( de nuestro mundo), y éste pasa sí o sí…en ocasiones nos parece que demasiado rápido ( quizás porque somos unos inconscientes).
Dentro de esta dinámica del aprendizaje, tenemos a la imagen de aquel que ya pasó, el sabiondo de turno, que viene de vuelta y pretenden «acortarnos el camino» ( o todo lo contrario, jodernos un poquito más) dándonos multitud de agraciados consejos…nos pretenden avisar de ese inminente error que se cierne ante nuestras vidas, eso que de una u otra forma tiene que ocurrir, tú escuchas, piensas en lo que ellos te dicen,valoras a tu manera y bueno, al fin te lo pasas por allí mismo, irremediablemente y a pesar de los pesares, desde el amigo al padre, al pitoniso, al vidente, da igual quien te lo dijera, la mayor parte de las veces, nos damos de bruces contra el muro que llevas tiempo viendo ( fuuuuuuu es que parece que tiene un imán!!), y que duro estaba el muro joder!!…luego vienen los lamentos, ya te digo,pa eso estamos!!, pero también viene la lección…y ahí es donde está lo importante, ahí es donde está el guerrero que se levanta… es algo que ocurre para que crezcamos, sin ATAJOS y ahí es donde tenemos que estar despiertos, iluminados, para no repetir la misma secuencia maldita de tropezar una y otra vez más con ese pedruscón…
Estar iluminados, como dicen algunas religiones con mucho misticismo, seguro que más del adecuado,para mi es algo mucho más simple ¿no habeis escuchado nunca eso de “ que pocas luces tiene el tio?” pues ahí está la solución, en tener más luces, estar alerta, en abrir los ojos y en tener la conciencia de que aprender tiene su tiempo, sin atajos reales…todo tiene su momento, la paciencia está directamente relacionada con el aprendizaje…y no como la frase del tipo que hablaba con dios ( el problema no es que la gente le hable a Dios, sino que éste les conteste, tendrían un serio problema de esquizofrenia) y le dice:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.” Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
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